Cristina aireó las finanzas de Scioli, sólo como tregua

La necesidad electoral hizo que le diera avales para endeudarse; el gobernador, a cambio, apoyó la reforma

Por Mariana Verón |

Lejos de cerrar las heridas y disipar las tensiones, el alivio financiero que autorizó la presidenta Cristina Kirchner a la provincia de Buenos Aires es apenas una tregua en la dura disputa que se vendrá con el inicio del calendario electoral.

La disciplina en las últimas semanas del gobernador bonaerense, Daniel Scioli, sumado a la tragedia en La Plata, provocó la decisión presidencial de darle finalmente los avales para tomar deuda por 1700 millones de pesos de un programa mucho más amplio que llegaba a los 6000 millones.

En la Casa Rosada explican la jugada como una "conveniencia mutua": Cristina Kirchner necesita quitarle a Scioli la posibilidad de que la haga responsable de no darle ayuda financiera cuando empieza la campaña electoral, y el mandatario provincial devuelve con gestos de disciplina donde sabe que no tiene margen de maniobra.

Justo un día antes de que la Casa Rosada dejara trascender el permiso a Scioli para endeudarse, el gobernador hizo su mayor aporte de los últimos días a la causa kirchnerista, al firmar el durísimo documento que el PJ emitió el lunes pasado para rechazar las críticas a la reforma judicial y hablar de un "clima destituyente".

No sólo lo firmó, sino que se dejó fotografiar en aquella reunión armada de urgencia y con el documento que ya había sido redactado el fin de semana anterior en la quinta de Olivos. El secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, fue el autor y se lo pasó al apoderado del partido, Jorge Landau, quien lo hizo circular esa misma tarde entre los gobernadores. Scioli presidió la reunión, esperó la lectura del documento y se fue. "Fue su gesto más claro", explicaban en los despachos oficiales para mostrar el alineamiento del gobernador.

Aunque la negociación por los 1700 millones de pesos ya estaba en marcha desde hacía dos semanas, tras la firma del documento del PJ la Casa Rosada habilitó darlo a conocer. El jueves, la ministra de Economía provincial, Silvina Batakis, agradeció el gesto presidencial y ese día el gobernador se sentó en la Casa Rosada con Cristina en un acto oficial.

Con su estilo, la jefa del Estado aprovechó para incomodar a Scioli. Le recordó que él tenía muchos amigos en Italia, comparándolo con que ella no, y hasta le dijo que su mujer, Karina Rabolini, seguramente conocía la exclusiva marca Bulgari, mientras informaba que había ganado un juicio al Corriere della Sera por difamación. "A Daniel todo eso le sirve", interpretan cerca del gobernador acerca de las veces que la Presidenta le apunta al mandatario provincial.

Y en la Casa Rosada creen algo similar. "Mientras por lo bajo acuerdan, y Cristina le quita argumentos de victimización a Scioli, en público la Presidenta le sigue marcando lo que no le gusta", reflexiona un colaborador presidencial.

Esta vez no hubo fotos ni audiencia para escenificar la ayuda financiera que le estaba dando la Presidenta a Scioli, como sí ocurrió el año pasado, cuando la jefa del Estado auxilió al gobernador en medio de la crisis que lo llevó a tener que postergar el pago de aguinaldos. En Balcarce 50 explican que tras las inundaciones en La Plata no hay margen para la disputa en el ámbito económico, aunque sí en el político. Esta semana no sólo Cristina lo chicaneó con los gustos de Karina, sino que el diputado Carlos Kunkel acusó a Scioli de financiar la campaña de Francisco de Narváez.

Sin una orden clara de la Presidenta, hacia abajo la tropa duda sobre el tratamiento hacia el gobernador. Por ahora, desde aquella reunión de Cristina en La Plata con Scioli tras la inundación, cedió la presión. Los intendentes del conurbano cancelaron sin nueva fecha la cumbre partidaria que tenían previsto hacer en La Matanza con críticas al mandatario.

La caída en las encuestas tras el temporal, que dan una baja de por lo menos 8 por ciento en Cristina Kirchner, generó la tregua. Con la posterior recuperación presidencial, algunos funcionarios de Balcarce 50 eligen la cautela a la hora de evaluar cómo seguirá la relación. Scioli, por lo pronto, volverá a pedir en este primer semestre otros 1000 millones más para endeudarse..

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