Cristina ahora se victimiza y dice que Macri le gritó a una mujer “sola”

Cristina ahora se victimiza y dice que Macri le gritó a una mujer “sola”

Sin embargo, dijo que le plantó flores amarillas en Olivos para recibirlo. Insistió en hacer el traspaso en el Congreso. "Mauricio es muy educado y nunca levanta la voz", la cruzó Michetti.

La pelea entre Cristina Kirchner y Mauricio Macri por la ceremonia del traspaso de la banda presidencial sumó un nuevo capítulo desopilante. La mandataria no quiere dar el brazo a torcer e insiste en realizar el acto en el Congreso, pese a que su sucesor le insistió en que quiere que sea en la Casa Rosada. En ese marco, la jefa de Estado se despachó con una interminable catarata de tuits en donde se victimiza y dice que el jefe de gobierno porteño le gritó en una de las charlas telefónicas que tuvieron sobre el tema.

Cristina dio su versión del diálogo que mantuvo ayer con Macri, y advirtió que la autoridad "no se logra en una ceremonia de transmisión de mando y mucho menos gritándole a una mujer por teléfono. Una mujer que además de estar sola quiere entregarle el mando" según la Constitución Nacional lo cual, interpretó, significa ante la Asamblea Legislativa.

La mandataria consideró que "debe hacerse en el Congreso (artículo 93) porque hasta que no presente juramento ante la Asamblea Legislativa (Macri) no es Presidente" y además, dijo, quiere hacer la ceremonia "cuanto antes para poder viajar a Santa Cruz" en el vuelo de las 15 de Aerolíneas Argentinas para asistir a la ceremonia de asunción como gobernadora de su cuñada, Alicia Kirchner.

Como explicó LPO, fue durante esa última conversación que Cristina habría recaído en su costumbre de insultar cuando se enoja y Macri no se habría quedado callado.

Al relatar su visión de los hechos, la presidenta descargó toda su furia contra su sucesor, al que acusó de haberle hablado “con un elevado tono de voz” para exigirle “que debía entregarle bastón y banda presidenciales en la Casa Rosada porque era ‘su ceremonia’ y que si no lo hacía como él decía…¡La Corte Suprema de Justicia de La Nación! le iba a entregar los atributos, porque ya habían consultado”.

“Debo confesar que me sorprendió la exaltada –eufemismo de gritos- verborragia de presidente electo. Cuando logré que me dejara hablar –debe parecerles raro- pero quien hablaba del otro lado del teléfono parecía otra persona totalmente distinta a la que aparece en los medios e inclusive con la que he tenido algunas charlas. A tal punto que en un momento tuve que que recordarle que más allá de nuestras investiduras, el era un hombre y yo una mujer y que no corresponde que me tratara de esa forma”, relató en la extensísima carta que publicó en su página web.

“El presidente electo siguió gritando y diciendo que no es así, que lo tengo que esperar en la Casa Rosada después de que el jure y hable en el Congreso y allí entregarle el bastón y la banda. Traté de explicarle que después que el jure yo ya no soy más Presidenta y que por eso tengo que entregarle banda y bastón ni bien él termine de jurar en forma simultánea, y es ahí cuando me dice, muy enojado, que yo lo tengo que acompañar -y me vuelve a repetir- porque es ‘su ceremonia’”, continuó Cristina.

Esta es una de las tantas falsedades que están presentes en la carta. Es que en rigor, no tiene ninguna importancia el hecho de que ella ya haya dejado de ser presidenta en el momento en que entrega la banda y el bastón de mando, dos objetos diseñados en otros tiempos y que hoy en día carecen de utilidad, más allá de lo que representan. Se trata de un acto simbólico y por ende da igual si lo hace diez minutos o una hora después de que haya jurado Macri. De hecho, todos los presidentes repitieron este acto en la Casa Rosada hasta el 2002, cuando asumió Eduardo Duhalde en el Congreso. En ese caso, el ex gobernador debió realizar la ceremonia en el Parlamento porque había sido elegido por la Asamblea Legislativa. Por eso consideró que su sucesor, Néstor Kirchner, debía asumir en las mismas condiciones.

Es que, de acuerdo al reglamento de Ceremonia que ayer citó Macri en el programa de Mirtha Legrand, el traspaso debe realizarse en el salón blanco de la Casa Rosada. Tradicionalmente, la jura se realiza en el Congreso, en donde el ganador de las elecciones se convierte jurídicamente en el presidente. Luego, se dirige por Avenida de Mayo hasta la Rosada, en donde se realiza el traspaso del bastón de mando y de la banda presidencial.

Cristina publicó una extensísima carta en su página web en donde no faltaron frases de mal gusto, rayanas a la falta de respeto, como cuando chicaneó a Gabriela Michetti. La presidenta resaltó que le sugirió a Macri que el presidente provisional del Senado debía ser Federico Pinedo porque “iba a ayudar a la vicepresidenta electa a superar la dificultad objetiva de su salud para estar al frente de sesiones maratónicas como las que se suelen llevar a cabo con mucha frecuencia en el Parlamento”.

La senadora no se quedó callada y enseguida salió a responderle por twitter. “Mauricio Macri no es un hombre q falte el respeto a nadie. Es una persona muy educada, a quien nunca hemos escuchado subiendo su tono de voz”, escribió la futura vicepresidenta.

Pero la autorreferencia de Cristina llegó a tal punto de decir que la designación de Pinedo como tercero en la línea de sucesión fue exclusiva idea de ella. “Inclusive fui yo quien dije, como una opinión personal que el Presidente Provisional de Senado tenía que ser alguien de su partido, por la línea sucesoria y que pese a que la bancada del FPV tiene a partir del 10/12 mayoría absoluta de 41 senadores nuestro espacio iba a votar a quien el propusiera como presidente provisional como una clara señal de gobernabilidad democrática”, señaló.

En ese sentido, la mandataria destacó el gesto que tuvo Pinedo con Máximo el día de la jura, publicando una foto en donde el senador le está dando la mano a su hijo. “Se llevaron a cabo las ceremonias de juramentos de senadores y diputados y autoridades de ambas cámaras, con total ejemplaridad, con palcos repletos de familiares y militantes de todos los partidos que fueron a ver jurar a sus diputados y senadores sin que se haya producido un solo incidente y estaban todos los partidos políticos con representación parlamentaria”, relató. Aunque en realidad la tranquilidad que recuerda la presidenta no fue tal: en el momento de la jura, lo camporistas presentes empezaron a aplaudir fervorosamente a Máximo y las autoridades de la Cámara tuvieron que llamarlos a silencio en repetidas oportunidades.

En otro tramo casi delirante, la presidenta recalcó que Macri “como un gesto más de cordialidad, va a poder observar cuando ingrese a Olivos que los canteros del parque que rodean el espejo de agua frente al chalet presidencial están recién sembrados de flores de un solo color: amarillo el color preferido del presidente electo”.

“Quedaron muy lindas y en unas semanas más van a lucir aún mejor, cuando florezcan en todo su esplendor”, celebró, mostrando una faceta de jardinera hasta ahora desconocida.

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