La crisis pega fuerte en las tradicionales arterias comerciales

La crisis pega fuerte en las tradicionales arterias comerciales

En la ciudad la gente recorre más y compra menos por la difícil situación económica. Las calles están vacías y las ventas se han desplomado. Los comerciantes advierten que la inflación y la carga impositiva ponen en jaque sus negocios. Miles de puestos de trabajo están en peligro por la recesión económica

Argentina atraviesa uno de los momentos más difíciles de los últimos diez años. La crisis se siente con fuerza y millones de ciudadanos sufren las consecuencias de la inflación y la recesión, que se agudizan a diario. Esa realidad ya afecta a miles de comerciantes en el país y la región, donde el panorama es, al menos, sombrío. Las céntricas avenidas platenses se encuentran vacías, las ventas se desploman y decenas de locales han cerrado sus puertas dejando a cientos de trabajadores en la calle.

La escasa actividad económica y la inflación crean una desoladora perspectiva, en la que las segundas marcas ganan terreno, se realizan compras pequeñas y aumenta la influencia de los grandes comercios mayoristas. Hoy recorrió las tradicionales arterias comerciales de la ciudad y comprobó la crítica situación que se vive: los argentinos cuidan hasta el último centavo en sus bolsillos y compran justo lo necesario, las ventas se redujeron dramáticamente y cientos de comerciantes locales ya piensan en cerrar sus negocios agobiados por la fuerte presión impositiva.

La descripción se repite y aunque desde el sector advierten que la realidad dista mucho de la situación que el país atravesó en 2001, muchos comerciantes reconocen que durante los últimos meses se han registrado comportamientos de consumo que se popularizaron en plena crisis de la convertibilidad.

“La gente ya no viene y compra. Ahora entran, preguntan, se van y, tal vez, después de un tiempo vuelven, porque no encontraron mejores precios”, explicó Marcelo, uno de los tantos comerciantes de calle 12, a nuestro diario. “Nosotros seguimos vendiendo porque tenemos precios muy bajos”, contó Sebastián, encargado de un reconocido local platense de ropa; aunque coincidió con su colega en que está claro que los clientes recorren distintos lugares y piensan dos veces antes de concretar cada operación.

“Ya se siente la caída de las ventas, se perciben fuertes mermas. La situación está lejos de otras graves situaciones que pasamos, pero es preocupante”, manifestó a Hoy el presidente de la Cámara de Comercio de La Plata y sus alrededores, Juan Carlos Piancazzo. Y agregó que los comerciantes dependen de “cómo el Gobierno empiece a manejar este escenario, pero lo que es llamativo es que en crisis con alta inflación, por lo general, no caen tanto las ventas y en este caso atravesamos una gran recesión”.

Piancazzo indicó además que la crisis afecta más a ciertos sectores que a otros y destacó que gran cantidad de restaurantes locales atraviesan una situación crítica puesto que “cuando la plata no alcanza, salir a comer deja de ser una prioridad y eso se restringe”, remarcó el dirigente.

Las consecuencias de la crisis nacional comienzan a sentirse con fuerza y desde distintas centrales obreras y empresarias advierten sobre la caída de las ventas y la pérdida de miles de puestos de trabajo. La ciudad no es ajena a la realidad que atraviesa el país y los comerciantes platenses ya experimentan efectos de la grave situación que viven millones de argentinos, que luchan a diario por hacer rendir sus magros y vapuleados salarios

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