El crimen de Tomás: el padrastro fue sentenciado a prisión perpetua

El crimen de Tomás: el padrastro fue sentenciado a prisión perpetua
Por unanimidad, el tribunal condenó a Adalberto Cuello por homicidio calificado con alevosía. Para la Justicia, quedó probado que el 15 de noviembre de 2011 mató a Tomás Dameno Santillán, el hijo de 9 años de su ex pareja.

El albañil Adalberto Cuello fue condenado hoy por unanimidad a prisión perpetua por el crimen de Tomás Dameno Santillán, de 9 años, por el delito de por "homicidio calificado con alevosía". La muerte del chiquito se produjo el 15 de noviembre de 2011 cuando Cuello, su ex padrastro, lo subió a un auto y lo mató en un campo en las afueras de Lincoln.

El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Junín, integrado por los jueces Miguel Ángel Vilaseca Parisi, Karina Lorena Piegari y Claudia Beatriz Dana, señaló que Cuello agredió al pequeño en la cabeza, en la espalda y en las piernas y brazos con una pala; que tenía múltiples lesiones craneales, daños neurológicos y que sufrió un paro cardíaco, según la pericia leída en la sentencia.

Cuello comenzó a escuchar la sentencia mirando hacia abajo. Cerca suyo estaba el ministro de Justicia de Buenos Aires, Ricardo Casal, quien presenció la audiencia; también estaba la mamá de Tomás, Susana Leonora Santillán, quien estuvo acompañada por sus hermanos Guillermo y Patricia, entre otros familiares.

Justamente, momentos de angustia se vivieron durante la lectura de la sentencia, cuando la secretaria del juzgado leía cómo estaba en el cuerpo de Tomás según el informe de la autopsia. La madre del chiquito muerto sufría ante cada detalle, algo que uno de los abogados notó y, por eso, le solicitó al Tribunal ir directamente a la lectura de las causas de la muerte para evitar los detalles dolorosos.

Tras la lectura de los fundamentos y del fallo condenatorio por unanimidad, que duró casi dos horas, el Tribunal pidió un minuto antes de leer la sentencia. Durante ese breve lapso, la madre de Tomás se fue de la sala y cuatro agentes del servicio penitenciario se dispusieron detrás de Cuello, quien para los jueces planeó el crimen de su ex hijastro.

Al leerse la sentencia, la mamá de Tomás volvió a la sala y escuchó, junto al Ministro Casal, cómo el Tribunal condenaba a Cuello a perpetua, y daba por probado la calificación de “alevosía”.

EL CASO

La semana anterior, durante los alegatos, el fiscal Javier Ochoaizpuro y el abogado querellante Carlos Torrens habían pedido la prisión perpetua por el delito de "homicidio agravado por ensañamiento y alevosía". En tanto, el defensor Gerardo Doyle solicitó la absolución o la condena por "homicidio simple" ya que no consideró probado el ensañamiento y la alevosía.

El 15 de noviembre de 2001 Tomás Dameno Santillán salió de la escuela Nº 1 Domingo Faustino Sarmiento de Lincoln. Una maestra lo vio a las 12.15 horas, a dos cuadras del colegio. Pero no llegó a su casa. Su madre, pasadas las 12.30 horas hizo la denuncia en la comisaría.

Las sospechas apuntaron a su ex pareja, Adalberto Cuello (39), de la que estaba separada tras una ruptura violenta, y por la que Cuello no podía ver al hijo de ambos de unos ocho meses.

Después de una primera declaración, Cuello fue detenido 24 horas después de que desapareciera el pequeño. Al día siguiente, fue hallado el cuerpo de Tomás a unos cinco kilómetros de Lincoln, en un campo ubicado a unos 300 metros de la ruta provincial 50 y en cercanías de una planta de tratamiento.

Tomás tenia golpes en la cabeza, en los brazos y en el cuerpo, y la autopsia determinó que murió pocos minutos después de su desaparición. Al describir la mecánica de la muerte de Tomás, la pericia señaló que "fue un golpe tras otro", con una breve agonía.

Las muestras de tierra del guardapolvo de Tomás hallado en cercanías del autódromo de Lincoln, fueron compatibles con la tierra hallada en el Fiat Palio Weekend de la novia de Cuello, María Inés Márquez, y que utilizó el día de la desaparición del pequeño. Auto en el que también se halló rastros genéticos de Tomás en el asiento trasero.

En la computadora de Cuello hallaron rastros de búsquedas de armas y de silenciadores. Además citaron las declaraciones de Walter "Lechuza" Barbieri -amigo de Cuello- quien dijo que le preguntó por un arma para "darle un susto" a Tomás.

El tribunal afirmó que el móvil de Cuello por el enfrentamiento con el pequeño Tomás, a quien culpaba de la ruptura de la relación con su madre Leonor Santillán. También las palabras de la prima de Tomás, Carla Santillán, quien el pequeño le confesó que Cuello le había dicho que "se volviera a Timote", el pueblo donde vivía el padre del niño.

Los jueces dieron por probado que Cuello merodeó a Tomás a la salida del colegio, los días previos a la desaparición. Recordaron que el primo Santos Lenon dijo que cuando veían al ex padrastro a Tomás "le dolía la panza y le daban ganas de hacer pis".

El día de la muerte de Tomás, su primito no fue al colegio y tuvo que regresar solo. Esa fue la oportunidad en que Cuello hizo subir al pequeño al auto.

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