Crimen de Ferreyra: Locles se negó a declarar

En la primera jornada del proceso judicial, un testigo ratificó que el experto manipuló y dañó a propósito el proyectil.
El perito Roberto Locles se negó a declarar ayer en la primera audiencia del juicio oral que se le sigue por adulterar la bala que mató al militante del Partido Obrero, Mariano Ferreyra. Sin embargo, un testigo –experto en Balística– complicó su situación al declarar ante el Tribunal Oral en lo Criminal Nº16 que Locles manipuló el proyectil y lo golpeó contra una mesa, dañando su superficie, tras lo cual decidió irse de la junta de expertos que tenía como objetivo intentar determinar cuál había sido la trayectoria de la bala que asesinó al joven el 20 de octubre de 2010.

El mediático experto que formaba parte entonces de la pericia de parte de Guillermo Armando Uño –luego absuelto– rechazó ser indagado y sólo se limitó a dar sus datos personales a los jueces Gustavo Ferrari, María Cristina Bértola e Inés Cantisani. Anticipó que hablará al final del juicio, mientras que su abogado postuló, sin éxito, la nulidad de la acusación por supuesta "violación a las garantías constitucionales y la defensa en juicio". El argumento fue la falta de control por parte de Locles de las dos actas labradas por los demás peritos que presenciaron el hecho, en las que se detalló lo ocurrido y se lo denunció ante la jueza Wilma López.

En su declaración durante la instrucción, Locles afirmó que no tuvo voluntad de dañar la bala que era peritada el 22 de febrero de 2011, a pesar de que los testigos afirmaron que tomó el proyectil para golpearlo sobre una mesa en varias oportunidades a fin de demostrar que la bala había rebotado contra el piso antes de impactar en la víctima. "Nunca tuve intención de hacerlo, estaba muy nervioso con un ataque de presión y por su dureza no lo hubiese deformado", declaró en 2011 ante el juez Alberto Baños, que lo procesó.

El inspector de la Policía Federal Juan Leguiza, de la División Balística y a cargo de conducir la reunión de peritos en la que también participaron expertos de Gendarmería describió el momento de los golpes: "Fue un momento bastante traumático, en cuestión de segundos pasó todo, fue sorpresivo, repentino y me quedé atónito. "Cuando lo soltó, lo tomo y veo que tiene un brillo que antes no tenía, dejamos constancia y él se retira sin firmar, lo llamaron por teléfono, salió afuera y cuando volvió dijo que se tenía que ir y pasaría a firmar al día siguiente", aseguró. «

Comentá la nota