Crimen del delivery: reclaman perpetua para el principal acusado

Crimen del delivery: reclaman perpetua para el principal acusado

Tanto la fiscalía como la querella solicitaron la pena máxima. Para el cómplice, el pedido va de 15 a 22 años. El jueves, el fallo.

 

El ambiente que se vivía ayer en la Cámara Sexta del Crimen era pesado. No sólo por la intensa humedad, que rondaba el 90 por ciento, y la falta de un adecuado sistema de refrigeración, sino por lo que se palpitaba a medida que avanzaban las conclusiones de las partes en el juicio que se le sigue a dos acusados por la muerte de Maximiliano Sona, un joven delivery asesinado por la espalda.

En su mayoría, todos eran conocidos de la barriada, o del club Las Flores, pero la noche del 11 de agosto de 2013 hubo un quiebre, y las cosas cambiaron rotundamente cuando el revólver calibre 22 disparó el proyectil con el que cayó muerto el muchacho de 25 años, que hacía pocas semanas había iniciado su propio negocio.

En una colmada Sala de Audiencias, donde el cruce de las miradas era seguido de cerca por los uniformados desplegados en el operativo de seguridad, el fiscal Marcelo Altamirano realizó un pormenorizado análisis de las pruebas y los testimonios, en los que destacó al menos 9 indicios que ubicaban a los dos acusados en la escena del crimen.

Bajo la atenta y amenazante mirada, por momentos, de los imputados Héctor Medrano y Luis Cisterna, el representante del Ministerio Público Fiscal destacó el valorable testimonio del único testigo presencial, al que calificó «un ser con miedo» y amenazado pero que se animó al igual que otros que pasaban por la calle Wenceslao Escalante al 200 en barrio Artigas esa trágica noche.

«Todo ocurrió muy rápido», dijo Altamirano, pero los testigos coincidieron en la mecánica de la agresión y en la motocicleta en la que se movilizaban Medrano y Cisterna. Fue justamente el primero el que abordó a Sona, cuando repartía pedidos, e intentó robarle la motocicleta. Allí hubo un intercambio de golpes, e incluso lo patearon al caer al piso. 

Sona intentó evadir esa situación y salió corriendo, pero a poco más de hacer 6 pasos, Cisterna le disparó por la espalda.

«¿Para qué le pegaste? Te echaste un moco», le habría dicho Medrano a Cisterna, al tiempo que salían huyendo tras apoderarse de 500 pesos de un moribundo delivery.

Lo llamativo, es que en medio del operativo, Medrano regresó a la escena del crimen y se ofreció como testigo para inculparlo a Cisterna, que horas después -en medio de alcohol y droga- habría confesado su autoría en una reunión de amigos.

El fiscal reclamó para Cisterna la pena máxima de prisión perpetua por el supuesto delito de “homicidio criminis cause”, en tanto que para Cisterna solicitó 15 años por “homicidio en ocasión de robo agravado”.

A su turno el abogado querellante, Carlos Nayi, reclamó al tribunal presidido por el doctor Julio Guerrero Marín y a los miembros del jurado popular que no haya concesiones. «Se ejecutó a un inocente», sostuvo.

Nayi reclamó la misma que el fiscal para el supuesto autor del disparo y 22 años de prisión para Medrano.

Por su parte, ambas defensas refutaron los testimonios, hablaron de contradicciones, y pidieron la absolución de sus clientes.

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