Crimen en Colonia Penal: declararán los presos que no participaron de la pelea

En el Juzgado aguardan la ronda de testigos la semana próxima. Luego, con los datos que pudieran surgir, citarán a los doce internos identificados como partícipes de la gresca. La hipótesis es que hubo un enfrentamiento entre santarroseños y piquenses.

 

La jueza federal de Santa Rosa, Iara Silvestre, tomará declaración la semana próxima a cinco presos del pabellón de la Colonia Penal que no participaron de la pelea que desembocó en el asesinato del interno Marcos Luquín, ocurrida el 27 de enero último. La magistrada tomó la decisión de escuchar a los testigos en un intento de hallar una pista sobre el autor, para luego convocar a los doce internos que están identificados como presuntos partícipes de la riña.

Silvestre tomó la investigación la semana pasada, reincorporada luego de su licencia, y completó el trámite de aceptar como querellante en la causa a la concubina de la víctima, que representa además a los hijos de la pareja. Luego se abocó al estudio del expediente para intentar profundizar la investigación.

Hasta el momento solo declaró un celador, que no pudo aportar mayores datos sobre el homicida o los atacantes. Silvestre aguarda la recuperación de otro preso, Gustavo Zapata, que permanece internado en el hospital Lucio Molas luego de una operación quirúrgica en la que le extirparon el bazo. Como la recuperación es lenta, todavía no pudo tomarle declaración.

Testigos y partícipes

La jueza Silvestre fijó la declaración testimonial, la semana próxima, de cinco internos que no estuvieron involucrados directamente en la pelea, para ver si aportan algún dato. En el sumario interno que elaboró el Servicio Penitenciario Federal se identificaron ocho presos de Pico y cuatro santarroseños que habrían tomado parte en la pelea.

Estos dos formarían parte de una segunda tanda de declaraciones. En el pabellón donde ocurrió la tragedia estaban alojados presos pampeanos. La hipótesis es que se produjo una riña entre piquenses y santarroseños. Uno de los internos santarroseños en el sumario declaró que él se metió para intentar defender a Zapata, pero no participó de la gresca.

La causa aún no tiene carátula. Pero, en principio, podría tratarse de un homicidio en riña y lesiones graves o intento de homicidio. En el sumario de los penitenciarios se secuestraron facas y otros elementos punzantes. La jueza Silvestre requerirá algunas pruebas más, como registros internos del Penal, según trascendió.

Piquenses versus santarroseños

Luquín falleció el martes 27 de enero a la hora de la siesta, luego de recibir una puñalada en el corazón. La pelea se desencadenó a las 13:45 horas entre internos del Pabellón 1 bajo, en el cual había condenados pampeanos exclusivamente.

Como consecuencia de la pelea, Luquín murió de una puñalada y cuatro internos fueron heridos, aunque solo uno de ellos, Gustavo Zapata, quedó internado en Molas.

Durante los primeros días de la investigación, estuvo a cargo el juez subrogante Enzo Rodríguez Diez. La filmación de la cámara ubicada en la puerta de ingreso del pabellón no arrojó pistas. La pelea fue en el fondo del pabellón y la luminosidad de un ventanal gigante impidió la visibilidad clara del hecho.

Según las fuentes tribunalicias, los mismos internos contaron que Luquín y otro preso fueron los que comenzaron a agredir. Hasta ahora no se le tomó declaración judicial a ninguno de los presos. Los “códigos” carcelarios de silencio dificultan el avance de la investigación.

En el Pabellón 1 bajo había 40 detenidos alojados. Aunque en el momento de la pelea la mitad estaba afuera, trabajando en los talleres del penal. En principio, estiman que no habrían ingresado armas desde el exterior y que se usaron las habituales “facas” de fabricación casera, con maderas o fierros que sacan de las camas u otros elementos.

La víctima fatal, Marcos Luquín, tenía 27 años y residía en el denominado barrio Municipal, ubicado en la zona norte de la ciudad. Cumplía una condena por varios robos a mano armada, que se caracterizaron por haber sido cometidos con “mucha violencia”, recordó un policía consultado por este diario.

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