Crimen del anciano: la falta de testigos, gran obstáculo

Crimen del anciano: la falta de testigos, gran obstáculo
Hasta ahora existe prueba científica, pero los pesquisas aún no consiguen quién les dé datos para reconstruir las relaciones de la víctima.
Saber quiénes son esos jóvenes que visitaban en su departamento al jubilado Jorge Luis Espínola (85), se ha convertido para los pesquisas en la tarea más complicada, ya que al menos hasta ayer no habían conseguido testigos que les aportaran esa información. El asunto no es menor: el conocimiento del entramado de relaciones personales del anciano, esconde la clave del esclarecimiento de su crimen, es decir, puede llevar a dar con el autor de esos cuchillazos (se habla de tres en el cuello) que terminaron con su vida entre la noche del jueves y la madrugada del viernes último en el departamento que alquilaba en una casa del barrio Camus, dijeron ayer fuentes policiales.

Justamente de ese departamento, el número 4 ubicado al final de un pasillo en ‘L’ en Ruperto Godoy al 6011, ya recabaron pruebas que serán fundamentales, siempre y cuando se descubra quién fue el homicida y por qué razón atacó hasta dar muerte.

Esas pruebas son el celular de la propia víctima que será peritado por orden del juez de Instrucción Alberto Benito Ortiz. Y restos genéticos encontrados en un preservativo, que también pasarán bajo la lupa científica en busca de ADN, precisaron fuentes de la investigación.

Espínola fue hallado el sábado en la siesta porque no respondía llamados de su familia. Y desde entonces, la presencia de ese preservativo en su departamento puso el foco de atención de los pesquisas en las posibles relaciones sentimentales de Espínola, quien fue encontrado vestido y como sentado en la cama, contra la pared de su dormitorio.

Hacia afuera, el anciano se mostró siempre como una persona reservada y con escaso contacto con sus vecinos, precisaron voceros policiales. Y aunque a más de uno le llamó la atención la visita de jóvenes a su casa, a distintas horas, hasta ahora nadie atestigua quién o quiénes eran esos visitantes.

Los investigadores están convencidos de que el móvil del crimen no está ligado al robo, pues en el departamento no encontraron ningún ingreso forzado (puertas ni ventanas) y todo cerrado, por propia mano del homicida. Es más, también encontraron la billetera del fallecido y, además, supieron que no tenía ahorros pues se mantenía con una pensión de un poco más de $2.000 y la ayuda de sus familiares, dijeron.

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