“No creo que sean grupos políticamente organizados”

“No creo que sean grupos políticamente organizados”
Ayer al mediodía, Mauricio Macri tenía prisa por volver a Buenos Aires. De los tres dirigentes políticos argentinos que habían anunciado su presencia en un encuentro organizado por el ex presidente norteamericano Bill Clinton en Río de Janeiro, fue el único que cumplió el compromiso.
Para él, no hay riesgo de una “contaminación” de la crisis policial y de saqueos en la Capital. De cualquier forma, evaluó que el momento exige “estar muy alertas”.

-¿Qué riesgo hay de que la crisis policial se extienda a la ciudad?

-Estamos muy alertas. Trabajamos mucho en la calle como gobierno, en las comunas. Y esperamos que no suceda. Pero es difícil saber qué está pasando en el país.

-¿Cómo está la policía metropolitana?

-Es parte de un gobierno, con un rol, con la jerarquía que corresponde y con un esfuerzo compartido. Por suerte funciona bien.

-¿No hay reclamos salariales?

-No, no hay. Los salarios son más altos, comparados con los de las fuerzas provinciales. Además, se benefician con un buen servicio de salud.

-¿Podría haber eventualmente problemas en la Policía Federal?

-No, no. No lo creo.

-¿Usted observa intentos de desestabilización política?

-No, no me parece que exista eso. Creo que hay deficiencias de gestión policial y cuestiones económicas que se han combinado en esta situación.

-El gobierno nacional sostiene que esto no es casual, ya que ocurre en el aniversario de la democracia. ¿Ve una mano rara detrás de los saqueadores?

-Siempre hay de todo. Pero no creo que sean grupos políticamente organizados. Son delincuentes que se juntan para saquear y ciudadanos que se confunden y sacan provecho de esa situación, en medio de la crisis de valores que vivimos.

-¿Qué explicaría esta rebelión policial, que se desató a partir de los hechos de Córdoba?

-Lo primero que me llama a reflexión son las imágenes: me recuerdan al 2001. Deberíamos preguntarnos qué pasó con está década de crecimiento a tasas chinas, donde la convivencia y tranquilidad pública debería ser producto de la prosperidad, del funcionamiento del Estado, de la economía, del desarrollo. Y la verdad es que da mucha tristeza haber pasado así la mejor década de la historia de Latinoamérica.

-Para usted ¿estamos como en 2001-2002?

-No, no pienso que sea igual. Pero las imágenes son parecidas. Después de 10 años, con desarrollo económico y prosperidad, esto no debería estar pasando.

-Usted estuvo reunido con el ministro Jorge Capitanich hace apenas unos días. ¿Había algún indicio de que podría ocurrir esta rebelión policial?

-No hubo ninguna mención a nada que pudiera indicar que iba a ocurrir este tipo de situaciones. Para mí esto tomó de sorpresa al gobierno nacional. Pero ahora están atentos y han reaccionado.

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