Las expectativas de precio producen cambios en los sistemas de mercado y esto es difícil de revertir cuando se mira en la realidad. Es que como dato positivo hasta el momento se han cosechado más de 26 millones de kilos de uvas sin semilla que habitualmente eran destinadas a pasas o a uva de mesa tuvieron destino de mosto.

Hoy el atractivo mercado mostero proyecta la tonelada por encima de los 1.800 a 2.000 dólares, de acuerdo a lo que dijo el titular de Fecovita, Eduardo Sancho a Diario El Zonda, por lo producir mosto es más atractivo que llevar las uvas al galpón de empaque o al mismo secadero para darle otro valor agregado apuntando al consumo de la uva como alimento.

Si bien las condiciones de precio son positivas y de acuerdo a lo que se observa en número del INV hay una enorme variación, los problemas se producen en una menor mano de obra para el sector. Aunque uno de los problemas sea en estos tiempos conseguir mano de obra para que haga el trabajo, la realidad es muy interesante cuando se analiza desde los números y por varietales de vid. En el caso de la uva Cardinal, en 2012 se destinaron del total de su volumen a la misma fecha 2,8 millones de kilogramos, mientras que en 2013 el volumen asciende a 3,43 millones de kilos.

El panorama es mucho más amplio cuando se observa la cosecha de Flame’s ya que en 2012 siempre considerando la misma fecha se cosecharon 2,51 millones de kilos y en 2013 hasta el momento se han llevado a bodega 15,93 millones de kilos. Para las uvas Sultaninas la situación es similar en 2012 y se destinaron a mosto en este periodo solo 23 millones de kilos y ahora fueron a los lagares del mosto 1,23 por ciento. A la hora de las comparaciones la situación es la misma con la uva Superior, pues en 2012 el destino a mosto de este producto fue de 1,37 millones de kilos y el aumento que se registra para la presente vendimia es de 5,72 millones de kilos.

Esto, sin dudas, muestra el hecho de cómo las expectativas de precio de un producto pueden influir sobre otros. El mosto en principio ayudaba a que se descomprimiera el mercado del vino pero en 2012 en el caso de San Juan se destinó más del 54 por ciento de las uvas. Este volumen de uvas sin semillas también tendrá su impacto en las pasas a la hora de buscar los resultados finales.