Crecen los cuestionamientos al negocio de la basura en La Plata

Crecen los cuestionamientos al negocio de la basura en La Plata

Un 33% del presupuesto municipal está destinado a la recolección de residuos. Continúan las sospechas por abultados retornos y se multiplican las denuncias por la calidad del servicio.

 

Tal como viene informando diario Hoy, las irregularidades en el servicio de recolección de residuos por parte de la empresa ESUR son cada vez más notorias. En el primer trimestre de gestión, el intendente Julio Garro decidió ampliar en un 20% el contrato a la recolectora, que pasó a recaudar más de $50 millones mensuales, suma que alcanza los $600 millones anuales. 

Las sospechas por grandes retornos y los reclamos por la calidad del servicio crecen a un ritmo exorbitante. En el programa Todo en Uno, que se emite por A24, se mostró cómo, a pocas cuadras del Estadio Único, el Municipio platense tira toneladas de basura de manera ilegal en canteras clandestinas. Los contratos de recolección de residuos son negocios millonarios que se llevan la tercera parte del presupuesto municipal: por un lado, la empresa ESUR y, por el otro, el mantenimiento de las cooperativas que comenzaron a funcionar con la gestión anterior. 

A esto hay que sumarle la denuncia y el malestar de los vecinos de la región: montañas de basura y escombros, calzada rota, malos olores, ruidos molestos. La ciudadanía está manteniendo un sistema insustentable de manejo de los residuos que se basa fundamentalmente en una estructura corrupta. Hay un entramado de negocios que se conoce como “cajas negras”, propiciadas desde el mismo sistema de recolección de residuos y que tiene que ver con todo lo que es el financiamiento de la política.

A los $600 millones anuales destinados al contrato de ESUR, hay que agregarle otros $500 millones que se invierten en el sistema de cooperativas, que no hace más que tercerizar a los trabajadores. Lo que realizan estas cooperativas no es más ni menos que el trabajo que no está llevando adelante la empresa recolectora: es decir, se le pagan millones a una firma que no realiza su trabajo, que no aplica ningún programa de concientización de la separación en origen de residuos y que, ademas, tiene en su haber innumerables irregularidades. Lo que llama poderosamente la atención es la inoperancia e improvisación de las autoridades locales, que pagan una gran cantidad de dinero por un servicio que no es el que figura en el pliego de bases y condiciones. 

El tema es aún más complejo si se tiene en cuenta que cuando el intendente decidió mandar al Concejo Deliberante el proyecto para incrementar el contrato con ESUR, ni el radicalismo ni los propios ediles del PRO autorizaron dicha extensión. 

Pese a que se destina un total del 33% del presupuesto municipal a la recolección de residuos, la ciudad está repleta de bolsas de basura. 

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