Crece la tensión en Venezuela: otros dos muertos en protestas opositoras

Crece la tensión en Venezuela: otros dos muertos en protestas opositoras

Fueron en el Estado de Lara. Uno era un chico de 14 años que recibió un tiro en la panza. El otro, 11 balazos.

Miguel Ángel Colmenares y Brayan David Principal ya no discutirán nunca con nadie. Ni de política ni de nada. Después de que en la noche del martes les dispararan durante unas protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro, Miguel Ángel y Brayan David son sólo nombres. Dos rayas en el listado de víctimas de la violencia política venezolana. Dos inocentes.

En la noche del martes, a Brayan David le metieron un balazo en la panza en Barquisimeto, Estado de Lara. Se demoró horas en morir. Con Miguel Ángel, también asesinado en Barquisimeto, fue más difícil limitarse a una sola zona del cuerpo: su ejecutor descargó once balas sobre él. Miguel Ántel tenía 36 años. Brayan David, 14.

En los dos casos, los sospechosos por sus muertes son miembros de lo que en Venezuela se conoce como “colectivos”. En su origen, la palabra incluía a varios tipos de asociaciones que fomentaban la organización política dentro de los barrios más pobres. Pero la violencia que algunos de esos grupos terminaron ejerciendo con las armas, el dinero, las motos y la vista gorda del gobierno, hicieron que muchos venezolanos olvidaran que la palabra “colectivo” abarcaba más cosas que el horror.

Fuerzas de choque del gobierno, les dicen, un nombre que en los últimos días se ganaron a pulso. Según los familiares de Brayan David, fueron “colectivos” los que llegaron en sus motos con el objetivo de disolver las protestas de Barquisimeto contra el gobierno nacional. Brayan David había salido a buscar café y se encontró con una bala en la panza. De acuerdo con sus familiares, los motoristas disparaban a todos los presentes. Les bastaba saber que en ese barrio de viviendas regaladas por el Estado también había protesta.

Un aroma similar de sadismo se siente en la reconstrucción de la muerte de Miguel Ángel Colmenares publicada por el diario ElEstimulo.com tras hablar con sus familiares: Miguel Ángel estaba a una cuadra de su casa junto a un amigo cuando llegaron los civiles armados. En casa les habían aconsejado que no salieran pero la curiosidad pudo más. Primero los atracaron, luego los mandaron a correr, y luego los acribillaron por la espalda. Miguel Ángel murió con once agujeros de bala en el cuerpo. Su amigo quedó malherido.

De acuerdo con Henri Falcon, gobernador del Estado de Lara, el saldo final de los disturbios del lunes por la noche en Barquisimeto es dos muertos y doce heridos. Opositor al gobierno y el cuarto político con mejor imagen en el país según las encuestas, Falcon acusa al gobierno de haber cortado la luz durante los disturbios y a las fuerzas de seguridad de disparar contra los edificios.

La violencia no se limita a las calles ni a la noche. Increpado por grupos afines al gobierno en la Basílica de Santa Teresa, el cardenal de Caracas, Jorge Urosa Savino, tuvo que abandonar ayer sus planes de terminar la misa del Miércoles Santo saliendo por el pasillo central. Escoltado por presbíteros y seminaristas encontró refugio en la sacristía hasta que los agentes de las fuerzas de seguridad calmaron los ánimos.

Y es que los ánimos están especialmente caldeados desde que la Iglesia venezolana decidió hacer pública su postura política, con llamados a la “desobediencia civil” y críticas nada veladas al gobierno. Horas antes, el propio Urosa Savino había exigido el fin de la represión contra las marchas opositoras, donde cuatro personas ya han muerto asesinadas.

Antes que las dos personas de Barquisimeto, murieron también por disparos Jairo Ortiz (19) y Daniel Queliz (20). Hasta la noche del martes también se contaba como víctima a Ricarda de Lourdes González, una anciana de 86 años. Según el alcalde del caraqueño municipio de Baruta, Ricarda había muerto por los gases de la policía. Pero en la noche del martes su hija Almeris Mendible denunció “manipulación política” de la información. En el diario El Universal dijo que los gases no habían matado a su madre. “Si quieren culpar a alguien por su muerte, fue culpa de los guarimberos”, dijo en referencia a los manifestantes que arman barricadas. Su testimonio habla de la división que sufre la sociedad venezolana: “No nos dejaron salir cuando íbamos a llevarla a una clínica”.

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