Crece la tensión por el reemplazo de Nisman en la causa AMIA

Crece la tensión por el reemplazo de Nisman en la causa AMIA

Gils Carbó quiere elegir a un grupo de fiscales para que sigan la investigación; la oposición la acusa de ser funcional al kirchnerismo y le exige que se excuse

La procuradora general, Alejandra Gils Carbó , se entrevistará esta semana con seis candidatos que tiene en carpeta para decidir cómo cubrirá la Unidad Fiscal AMIA, vacante por la muerte de Alberto Nisman.

Fuentes de la Procuración informaron a LA NACION que la idea es que no sea un solo fiscal el que ocupe el cargo, sino un equipo de posiblemente tres o cuarto, "experimentados" y no asociados a la gestión de Gils Carbó. Saben que no será una tarea simple. Tienen que encontrar quién quiera hacerse cargo tras la inquietante muerte de Nisman y frente a la complejidad de un caso donde no parece que vaya a ser fácil obtener resultados.

Además cuenta con la resistencia de antemano de dirigentes de la oposición que sostienen que la procuradora no tiene legitimidad suficiente para tomar semejante decisión y elegir ella sola al reemplazante de quien, tres días antes de morir, había denunciado a la Presidenta por pretender encubrir el atentado. Acusan a Gils Carbó de responder al kirchnerismo y reclaman un mecanismo de designación que ofrezca más garantías de imparcialidad.

"La procuradora debería autolimitarse y establecer un sistema de consulta pública como el que rige para designar jueces de la Corte y tomar una decisión fundamentada", dijo la diputada Laura Alonso (Pro). "No tiene legitimidad para aplicar el procedimiento ordinario."

En igual sentido, el radical Oscar Aguad afirmó que Gils Carbó, a la que acusó de ser "un apéndice del Gobierno", no tiene la independencia ni la "idoneidad moral" necesarias para tomar semejante decisión. Elisa Carrió (Coalición Cívica) dijo a LA NACION: "La procuradora carga sobre sus espaldas la muerte del fiscal Nisman y el miedo de cientos de fiscales".

Carrió anunció que está terminando una denuncia penal contra Gils Carbó, la Presidenta y el jefe del Ejército, César Milani, por interferir en causas judiciales.

Consciente de la delicada situación que atraviesa, la procuradora apuesta a dar una respuesta conciliadora. Hizo saber que no promoverá como reemplazantes de Nisman a ninguno de los funcionarios que trabajan con ella en la Procuración -"tampoco a ninguno vinculado a los servicios de inteligencia", advirtieron en su entorno- y que buscará a gente reconocida como independiente.

Para trabajar en el reemplazo, la semana pasada se reunió con los representantes de la AMIA y la DAIA; de Memoria Activa, de 18J (la agrupación encabezada por Sergio Burstein), y de Apemia (cuya referente es Laura Guinsberg).

Sólo una de estas organizaciones, que no fue la AMIA ni la DAIA, propuso el nombre de un fiscal, que la procuradora incorporó en su lista de posibles reemplazantes de Nisman. Su identidad no fue dada a conocer, pero es un fiscal federal de la provincia de Buenos Aires, según dijo a LA NACION una fuente cercana a Gils Carbó.

Esta fuente informó que quienes tienen hoy en carpeta son todos fiscales experimentados de la Capital y la provincia de Buenos Aires, y que podrían sumarse otros.

La idea original era formar un grupo con magistrados que se hicieran cargo de la UFI-AMIA en paralelo con el trabajo de sus respectivas fiscalías, pero algunas organizaciones pidieron que hubiera funcionarios con dedicación full time. Eso aún no está definido.

DOBLE TRABAJO

Como la Unidad AMIA tiene a su cargo tanto la investigación del atentado, que está instruyéndose en primera instancia, como el juicio oral por el encubrimiento (donde entre otros acusados está el ex presidente Carlos Menem), una posibilidad que estudian es designar a un grupo de tres o cuatro fiscales y que algunos se dediquen a un caso y otros, al otro.

Quienes sean nombrados podrían trabajar incluso en la denuncia que presentó Nisman contra la Presidenta, el canciller Héctor Timerman y sus presuntos cómplices del supuesto desvío de la investigación. Esto se debe a que las facultades de la unidad que dirigía Nisman, que tiene una planta de más de 40 personas, incluían la participación en casos vinculados a la causa AMIA. Fue así que intervino, por ejemplo, en la causa por presuntas escuchas ilegales donde está procesado Mauricio Macri porque el vínculo era Jorge Palacios, ex jefe de la Policía Metropolitana acusado de irregularidades en la investigación del atentado.

En la Procuración explicaron que la decisión de que sean varios fiscales y no uno los que reemplacen a Nisman se debe a dos motivos. A las recomendaciones internacionales que sostienen que para este tipo de causas es mejor por razones de seguridad, división de tareas y apoyo institucional, y a que, ante la gravedad de lo sucedido, es conveniente que no tenga uno solo todo el peso de la investigación.

"¿Qué garantía de vida va a tener el fiscal que reciba este caso?", dijo el juez Ricardo Recondo, presidente de la Asociación de Magistrados, que agrupa también a los fiscales. "Nisman está muerto por esta causa. Habría que estudiarlo, pero creo que debería involucrarse a una comisión investigadora o a un organismo internacional", agregó.

En Tribunales dijeron a LA NACION que Gils Carbó ya sondeó, sin éxito, a algunos fiscales. En la Procuración lo niegan.

Por el momento, Gils Carbó nombró al frente de la Unidad, como subrogante, al fiscal Alberto Gentili, a quien Nisman solía pedirle que lo cubriera durante las vacaciones. La designación de Gentili, un funcionario de bajo perfil y sin filiación política conocida, era originalmente hasta anteayer, pero la procuradora le pidió que siguiera ocupando el cargo durante dos semanas más. En ese tiempo, intentará definir el reemplazo definitivo de Nisman.

La procuradora general, Alejandra Gils Carbó, recibió a las entidades de la comunidad judía y a familiares de la AMIA para prometerles que nombrará fiscales intachables para continuar con la investigación del atentado cometido hace más de 20 años. Los dirigentes expresaron su expectativa y también sus dudas por el avance de la causa después de la trágica muerte de Alberto Nisman, el hombre que llevó el expediente desde 2004 y que denunció a la Presidenta por el supuesto encubrimiento de los terroristas.

DENUNCIA CON TACHADURAS

 

El juzgado federal a cargo de Ariel Lijo aclaró ayer que fue su decisión tachar la diligencia de prueba requerida en la denuncia de Alberto Nisman contra Cristina Kirchner y Héctor Timerman.Lo hizo como "medida de preservación" de lo solicitado por el fiscal. Desmintió así versiones que indicaban que esas tachaduras podrían mostrar que Nisman pensó en pedir la detención de la Presidenta y el canciller.

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