El próximo lunes terminarán las vacaciones de invierno en gran parte del territorio argentino, y los chicos deberán regresar al colegio. No sólo ello; también concluye la feria judicial de julio y todo el aparato de abogados y jueces se pone en marcha. Todo eso ya genera preocupación y temor entre muchos pequeños y medianos empresarios porque que a partir de ese día se reactivarán los embargos de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).

En medio de todo el descalabro que generó la "tormenta" económica de la que habla el Gobierno, que ocurrió a lo largo de mayo y junio, las pymes tuvieron al menos un poco de "changüín". En los 15 días de julio que duró la feria, se postergaron los plazos legales. Tuvieron un poco mas de "pedal" para postergar algunos pagos (los que tienen que ver con los impuestos) y avanzar con otros (proveedores y salarios).

Pero el tiempo se termina y la dura realidad volverá a golpear. 

Mucha gente presentó sus declaraciones juradas de Ganancias y de Bienes Personales en término, pero no pudo pagar, por la caída de ventas que se dio durante este mes. 

Fuentes del sector de las pymes señalan que desde la gestión del extitular de la AFIP, Alberto Abad, se está analizando generar un nuevo plan para planes anteriores, planes caídos y deudas antiguas. 

En unos días el organismo que ahora conduce Leandro Cuccioli anunciará algunas medidas tendientes a tirarles una soga a estos sectores. El problema es si no llegará muy tarde con el salvavidas.

Algunas empresas reclaman que se posterguen acciones judiciales. Y fuentes vinculadas a los profesionales de las Ciencias Económicas indican que habría habido en estos días una orden interna en la AFIP para que los abogados no sean tan presurosos en accionar contra los contribuyentes en mora.

"Los embargos son un terrible problema", graficó el tributarista Ezequiel Passarelli a Ámbito Financiero. El profesional consideró que las pymes tuvieron "un poco de oxígeno" en estos días de feria judicial, pero desde la semana próxima comenzarán a correr los plazos nuevamente.

Tanto pymes como contadores tienen un punto en claro: los miniplanes de pago lanzados por la AFIP son limitados de alcance. Al regirse por un sistema de scoring, otorga más chances al que menos necesita de ayuda, y, al revés, a la empresa con más problemas, que presenta más incumplimientos, le concede menos beneficios.

El otro costado que tienen los embargos del organismo es que los abogados tienen un honorario del 10% sobre la acción judicial, Cuando el contribuyente salda todos sus compromisos, paga además el honorario del letrado, quien de ese modo tiene pocas razones para frenarse o ir mas lento.