El robo de armas de fuego ha crecido en la ciudad y la prueba está dada en los recientes episodios de violencia desmedida que se han producido y que derivaron en muertes de personas jóvenes.

Esa presencia de pistolas, revólveres u otras armas largas, incentivaron el denominado "mercado negro” que luego deriva en el aumento de atracos violentos en comercios y viviendas.

Si bien no se accedió a una estadística real de los casos, bien puede afirmarse que en muchos delitos cometidos a plena luz del día, los delincuentes emplearon un arma de fuego, lo mismo sucedió en atracos registrados en casas particulares con presencia de sus moradores.

Esto también demuestra que la inseguridad está llegando a límites insostenibles, aunque les pese a algunos funcionarios de gobierno que no reconocen este flagelo que atraviesa la sociedad en su conjunto.

 

Dato preocupante

El año pasado, en un campo de los Grimaldi, ubicado en la zona del kilómetro 19 de la ruta provincial 86, ladrones sustrajeron 22 armas de fuego de diferentes calibres y hasta el momento no apareció ninguna de ellas.

Una pareja de policías de la Provincia de Buenos Aires que cumplen funciones en nuestro medio fueron víctimas del robo de una pistola nueve milímetros, ya que un grupo de delincuentes ingresó a su domicilio del sector de avenida 98 y calle 71 y entre otros objetos, se apoderó del arma reglamentaria.

Algo similar sucedió hace, aproximadamente un mes, con un oficial de la Policía Federal que sufrió la sustracción de su pistola nueve milímetros del interior de su vehículo, el cual estaba estacionado en una zona de la Villa Díaz Vélez. Le violentaron una puerta y le sacaron el arma.

 

Otros casos

También, el cirujano Guido Careri fue víctima del robo de una pistola Glock nueve milímetros durante el violento episodio ocurrido en el interior de su vivienda de calle 93, donde cuatro delincuentes además se llevaron alhajas y dinero en efectivo.

Por otro lado, al comisario del Comando de Prevención Comunitaria Ezequiel Nicolás Provenzano, un malviviente lo redujo con una pistola nueve milímetros que manipulaba durante el duro enfrentamiento producido en un barrio de viviendas de calles 84 y 47.

De toda esta cantidad de armas que pasaron a manos ilegales, en realidad, se ha secuestrado muy poco en estos tiempos e incrementó el "mercado negro”.

Es indudable que los ladrones cuando cometen un atraco en una vivienda, además de apoderarse del televisor, joyas y de dinero, también buscan armas de fuego que pudieran haber en ese domicilio elegido, como parte del botín seleccionado.

 

"¿Tenés un fierro?, tengo que ir de caño”

 

 

En cuanto a la presencia de las armas de fuego, las fuentes consultadas señalaron que si bien no se cuenta con un registro actualizado de la cantidad de circulantes en las calles, se estima que las mismas han tenido un amplio crecimiento, o bien, se desarrolla en el denominado "mercado negro” el "alquiler” de las mismas.

Suele darse en nuestra ciudad el siguiente diálogo entre delincuentes: -"Che, ¿tenés un fierro?, tengo que ir a hacer un caño…”.

-"Si, dame 400 pesos y te la doy…”.

También pasa que el tenedor del arma le expresa al interesado: "Toma, te la presto, hacete un caño y me la devolves…”.

Por otro lado, está la realidad que es complicado conseguir municiones de un arma de calibre 38 y de una pistola nueve milímetros, pero si es más fácil obtener un calibre 22, ya que hay personas que salen a cazar a algún campo y cuentan con balas de este calibre.

Sobre la base de datos proporcionados por fuentes de la Policía y de la Justicia, se ha advertido un crecimiento en el uso del arma de fuego para despojar a los ciudadanos de sus pertenencias.

Esto lleva a presumir que la presencia de armas de fuego en la calle se triplicó. Sin embargo, no se puede establecer que exista tanta cantidad de armas, o solo se traten de las mismas cada vez que se comete un delito calificado, como se expresa en la jerga policial y judicial.

 

Circuito legal

El tirador deportivo Walter Gazek aseguró también la "existencia de un mercado negro” y aclaró que "el circuito legal es tan complejo a nivel de exigencia de requisitos, que cuesta tener un arma de fuego legal, porque en realidad, está muy controlado”.

Destacó que entre los requisitos figuran "hacer un examen psicofísico, rendir examen de tiro, justificar un ingreso económico, cualquier arma que se adquiera usada el Renar (Registro Nacional de Armas) hace una publicación si alguien la denuncia que haya estado posiblemente en algún incidente, etcétera, y lo mismo ocurre con las balas que no son fáciles de conseguir”.

La parte administrativa puede demorar tres meses en el solo caso de un reempadronamiento de un arma, entre otras obligaciones más. Vale decir que a la persona honesta le cuesta mucho conseguir un arma de fuego para su protección y la de su familia, si así lo desea.

Pero el delincuente tiene el camino liberado, porque con los propios antecedentes ya no podría acceder a "un fierro” (como los malvivientes la llaman) y, por lo tanto, lo tienen que robar o dirigirse al famoso "mercado ilegal”, donde hay que atacar por parte de los encargados de brindar seguridad.

 

¿Y los mega operativos?

Un oficial de la Policía que pasó también por el área de Investigaciones en nuestra ciudad, reconoció que años atrás se hacían múltiples allanamientos en viviendas de ciertos barrios complicados y los efectivos se apoderaban de diversas armas de fuego que se encontraban en los domicilios.

Estos mega operativos se hacen en la mayoría de las ciudades de la Provincia de Buenos Aires, pero en Necochea y Quequén dejaron de implementarse en los últimos años.

Además, el secuestro de armas de fuego es un tema que le interesa de sobremanera al gobernador Daniel Scioli, inclusive, lo ha dicho públicamente en reiteradas ocasiones de la "necesidad de desarmar a aquellos que cometen delitos”.