La Cooperativa Frigorífica de Leandro N. Alem (Cofra) lleva adelante un proyecto de promoción del cultivo de maíz en la provincia con destino a la alimentación de animales. El objetivo del programa es darle a los productores integrados a la entidad, que ya venían cultivando semillas compradas en Brasil, la posibilidad de cultivar grano con tecnología argentina y con financiamiento y apoyo técnico de la Cofra. La entidad garantiza la compra de toda la producción, pero no obliga a los colonos a entregarles sus granos, sino que estos son libres de usarlos en sus chacras o venderlos a un tercero.
Para seducir a los productores acostumbrados a trabajar semillas y fertilizantes traídos de Brasil, la Cofra se propuso llegar al productor con un paquete tecnológico de calidad y a un costo más bajo, con financiamiento, acompañamiento técnico y logística. Como referencia vale citar que la bolsa de semillas de maíz se vende a 600 reales en el país vecino y a 1.500 pesos a través de la cooperativa.
“Es difícil entrar cuando el productor está acostumbrado a otro sistema de trabajo, con tecnología de Brasil. Abaratamos costos en las compras de los productores. Trabajamos con Monsanto Dekalb, este año financiamos 200 bolsas de semilla, que alcanzarán a cubrir 450 hectáreas, algo lo ocuparán para consumo interno y lo que no ocupen ellos se lo compramos nosotros”, detalló el titular de la Cofra. Anticipó además que a partir del año próximo, que será el tercero desde del programa, Monsanto ofrecerá seguro de reintegro de semilla que cubre por pérdidas ocasionadas por el clima.
El gerente de producción primaria de la Cofra, Sergio Peñalva, resaltó que este año se lograron rendimientos muy buenos, en algunos casos por encima de los 10 mil kilos por hectárea, que son rindes similares a los promedios de la Pampa Húmeda. “Potencialmente somos una provincia que puede producir granos. Nos comparamos con Brasil, que son enormes productores, y vemos que estamos en las mismas condiciones de suelo, clima y topografía”, señaló.
“Vinieron dos ingenieros de Monsanto que están acostumbrados a recorrer lotes de 1.000 a 1.500 hectáreas. Vinieron acá a ver parcelas de 7 hectáreas y se llevaron una muy buena impresión de lo que se está haciendo”, dijo Peñalva.
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