Por los costos, taxistas de San Luis rechazan instalar GPS y botones antipánico

Por los costos, taxistas de San Luis rechazan instalar GPS y botones antipánico

Los propietarios afirman que será difícil implementar el  sistema si no reciben un subsidio. El proyecto fue presentado por un edil en el Concejo Deliberante de la capital.

El proyecto de ordenanza que impulsa  la utilización de tecnología (rastreo satelital, cámaras, botones antipánico) en los taxi en la ciudad de San Luis genera resistencia entre las  asociaciones de propietarios de licencias. Consideran que el sistema será difícil de implementar debido a los altos costos, que según la legislación deberán  ser afrontados por los propios dueños de los móviles.

 

“Es para analizarlo,  pero ahora  es imposible que el sector se pueda hacer cargo de estos costos. Los titulares no pueden afrontarlo. Si bien en otras provincias lo implementaron, lo hicieron con un subsidio del gobierno provincial o municipal, de acuerdo a quien depende ese sistema”, manifestó el presidente de la Asociación de Titulares de Taxis, Jorge Fernández, quien el  jueves pasó por el Concejo Deliberante para pedir una copia del escrito presentado por el concejal de Compromiso Federal, Gustavo Zavala.

 

Entre otros puntos, la legislación busca que  taxistas y pasajeros de la ciudad de San Luis cuenten con el seguimiento satelital del vehículo. Además se le otorgaría  un botón  antipánico al chofer para que alerte al centro de monitoreo de la Policía si sospecha de un pasajero o si ya fue víctima de un robo. El proyecto también propone que los ómnibus y microbuses que circulen dentro del ejido urbano usen el sistema.

 

El presidente de la Asociación de Conductores de Taxis (ACOTAX), Horacio Catalá, sostuvo que no tuvo acceso al proyecto, aunque se mostró a favor de dialogar y analizar el tema con detenimiento: “Ojalá nos llamen para charlar a ver qué podemos aportar, porque las medidas consensuadas tienen más fuerzas que  las que son tomadas unilateralmente”.

 

Catalá coincide que el alto costo que supone la compra de esos aparatos será un obstáculo duro de sortear. “Todo lo que sabemos de los gastos son trascendidos, nada concreto. Los taxistas no tenemos ningún tipo de subsidio. Quizá el costo lo podríamos afrontar en cuotas livianas. Podríamos amortizar esa inversión en cinco o diez años. Si hay que abonar todo eso en un solo pago, es imposible afrontarlo”, afirmó.

 

El presidente de Acotax aclaró que si bien desconoce el funcionamiento de este tipo de sistema, admitió que ha servido para identificar personas y esclarecer delitos. “Como medida de seguridad me parece perfecta, todo ayuda. Creo que los taxistas podríamos estar más seguros. Es tan importante ese tema como andar con buenos frenos. Nos da seguridad personal. Lo más parecido a eso hoy es cuando las agencias se dan alertas con las radios”, explicó. 

 

Fernández señaló que la seguridad de los taxistas no depende tanto del uso de la tecnología como de la  coordinación con las autoridades. “Hay que ver cuál es el negocio que viene detrás porque la inseguridad siempre estuvo. Hace cuatro años que trabajamos en este tema, presentamos dos veces a la Policía distintas alternativas para buscarle una solución a este problema y nunca se lo trató”, dijo y agregó: “La seguridad primero viene del Gobierno, que tiene que dar garantías”.

 

El secretario general del Sindicato de Peones de Taxis, Gastón Escudero, se mostró a favor de los GPS y las cámaras al afirmar que   los ayudaría a sentirse  más seguros. “Es importante que haya un proyecto  que obliga a  los malvivientes a pensar dos veces en lo que hacen. Sufrimos muchos actos delictivos  que no trascienden. Todos los días lidiamos con personas que no saben manejar, que están alcoholizadas o con la delincuencia en general. Hay colegas que fueron apuñalados o que recibieron un disparo en sus manos”, reveló.

 

Escudero recordó que en febrero se reunieron con la Policía y funcionarios del Ministerio de Seguridad para que les den un botón antipánico a los taxistas, un aparato similar al que reciben las mujeres que fueron víctimas de violencia de género. “Los titulares  dieron un no contundente a esta iniciativa. Ellos siempre piensan en los gastos. Si se llega a implementar no habría inconveniente para que todas las asociaciones busquemos la manera de poder implementarlo, quizás con un subsidio”, afirmó.

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