El sector fue noticia ayer porque el Ministerio de Salud prohibió la venta de alimentos en estos sitios, pero esa resolución ya se cumplía en la provincia.
Aún así, esta nueva resolución deberá ser legislada a nivel provincial mediante un decreto o ley. Fuentes del sector aseguran que la provincia tiene su propia legislación pero que ante cualquier nueva indicación de la Nación "es una de las primeras provincias del país en adoptarla".
El hecho de que las farmacias aún no se hayan convertido en quioscos, no impide que el negocio esté en una situación muy mala, según los empresarios del sector.
El vicepresidente del Colegio de Farmacéuticos de Mendoza, Jorge Jakubson dijo que "la grave situación" que padece el sector es debido a un acumulado del atraso de precios del 70%, que no alcanza a compensar los costos empujados por la inflación, las paritarias y la demora de hasta 5 meses de las obras sociales en pagar la prestación de medicamentos. Dicha venta es el 80% del total.
Este dirigente, como sus colegas, señalan que algunas farmacias de la provincia han cerrado, que muchas están en venta y que las que sobreviven no tienen una rentabilidad adecuada para seguir trabajando.
Jakubson advierte que "debemos corregir esta situación rápidamente porque ya no tenemos más tiempo". A la par explica que están trabajando con el Gobierno provincial y nacional por una reducción de los descuentos de las obras sociales y de los impuestos.
Por su parte, Adolfo Brennan, dueño de la cadena de farmacias Del Centro, y miembro de la cámara empresarial dijo que "sigue una crisis muy profunda de rentabilidad".
Subrayó que viene desde hace unos 2 años y que afecta a todos los eslabones de la cadena: droguerías, laboratorios y farmacias.
Los empresarios del rubro explican que, junto con el sector de los combustibles y cigarrillos, les marcan los precios desde la Secretaría de Comercio de la Nación y que en esta dependencia no tienen en cuenta los aumentos progresivos de los costos.
Indican que este año tienen un atraso del 15% con respecto a la inflación. En la actualidad, calculan que las farmacias pequeñas tienen una rentabilidad del 3% mientras que las más grandes pueden alcanzar el 7% u 8%.
A la par, la compensación proviene de un aumento, en años anteriores, de la venta por unidades. "El crecimiento del mercado amortiguó un poco, fue del 6%", explica Brennan pero agrega que hoy está amesetado.
El sector farmacéutico de la provincia tiene unas 650 farmacias y emplea a unas 2.500 empleados directos sin contar a los de las droguerías y laboratorios.
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