El Partido de La Costa no supo generar políticas que atraigan a los veraneantes desde la caída del Kirchnerismo en diciembre pasado. Claramente este es un gobierno municipal que solo supo fingir ser lo que no era, a base de dinero que “inyectaban” desde la Nación en épocas de glamour y bonanza política.

Hoy en su agenda de espectáculos, solo muestra a los espectáculos callejeros a la gorra y a los artistas del aerosol, como si hubieran sido convocados por la gestión que comanda por tercer período consecutivo Juan Pablo de Jesús.

Una segunda línea de espectáculos que difunden desde la prensa costera son obras de teatro de privados, salas de cine que difunden sus películas y desde el municipio se promocionan como propias para llenar una cartelera vacía y sin dudas un grave problema en la conducción de una Secretaría de Turismo totalmente acéfala.

Es un rumor que desde antes de la temporada De Jesús ya tiene en mente asignar nuevos funcionarios en este puesto tan trascendental para todos los costeros después de los últimos fracasos.

A todo esto no hay que olvidarse de la suciedad de las localidades, la falta de agua constante en la zona sur y los cortes de luz interminables donde a nadie parece importarle (cooperativas fundidas y empresas privadas que se llevan la plata fuera de La Costa) y menos dar respuesta o solución son otros problemas que acarrea esta paupérrima temporada costera.

Pinamar sufre el síndrome de la vieja política con el nuevo intendente, el más joven de la Provincia quien recibió un Municipio totalmente devastado, intentando reconstruir con lo que le dejaron quienes salieron en diciembre sin mucha suerte hasta ahora. Lo que se nota claramente es que hasta dentro de un par de meses esta situación no va a cambiar en absoluto debido a como están los balances financieros.

Martin Yeza, Intendente de Pinamar solo ha disfrutado un poco las luces de la televisión y ahora solo recibe el azote de los vecinos y turistas que solo le reclaman gestión mientras el responde casi todo desde su cuenta personal en Twitter excusándose en la herencia recibida.

Pinamar al igual que La Costa difunden como espectaculos propios una gran agenda de obras con actores de primera línea pero que a la hora del Show los costos superan los $500 en el Teatro de La Torre.

La Seguridad maltrata a la gente y la noche se volvió violenta como hace años no se veía. A nadie le parece importante ordenar nada. A nadie parece importarle.

Existen policías que lastiman menores, como también los mismos policías que agreden a los medios cuando toman imágenes de los hechos.

Problemas con los trapitos, con guardavidas, con sindicatos son algunas de las falencias que se encuentran por estos días en la ciudad top de los 90, Pinamar.

Villa Gesell no es excepción si no, regla. Gustavo Barrera no encuentra el rumbo para mantener una ciudad limpia, sin conflictos y con veraneantes felices.

Problemas en las playas, suciedad por todas sus calles, conflictos con la empresa recolectora de residuos domiciliarios, sin espectáculos, salvo los callejeros y el Parador de Mega (que salvó el pobre verano geselino).

También tienen problemas con el servicio de agua y las cloacas que desbordan en las esquinas, la falta de comunicación al tope del ranking y un intendente que solo hace negocios personales desde la gestión y como Intendente es un gran Supermercadista.

Así se resume esta temporada a la que muchos adjudican los problemas al nuevo gobierno Nacional y como buenos Argentinos la culpa siempre, pero siempre es del otro.