Así, los cortes son en pequeños tramos y ni bien se culmina la tarea se liberan, para realizar un nuevo corte en la siguiente sección a trabajar. La Municipalidad ha contratado una fresadora y pone para la ejecución el resto del equipamiento y personal.  Luego del fresado, los camiones volcadores propiedad de la comuna trasladan el material recogido, el cual será depositado en el predio del Corralón Municipal para ser reciclado y reutilizado en las mezclas de la preparación de concreto asfáltico. Cuando la etapa de fresado culmine, comenzarán los trabajos de repavimentación de asfalto flexible en caliente. En total serán 42 cuadras divididas en cinco zonas y más del 50 por ciento de ellas corresponde a las que están dentro de las cuatro avenidas. Las obras durarán 15 días y se ejecutarán de lunes a domingo. Cada una de las calles ha recibido anteriormente repavimentaciones, capa tras capa, lo que ha provocado que la altura de las arterias, por la acumulación de material, impida el correcto escurrimiento cuando las precipitaciones se suceden sobre la ciudad. No es posible realizar una nueva repavimentación, por lo que la labor del fresado era impostergable. La máquina fresadora, la que rasca el pavimento, tarda tres horas en realizar una calle y tienen pensado hacer unas cuatro por día, con un equivalente de 2.600 metros cuadrados. La superficie total será de 39.000 metros cuadrados. En simultáneo con las tareas de fresado, otro grupo de trabajadores se adelanta en las calles que serán fresadas y despejan las vías de ramas secas o deformes que obstaculizan la visión de los vehículos y el paso de las maquinarias.  Esta tarea genera que varias cargas de camiones cargadas con ramas. Las mismas podrán ser destinadas al futuro convenio con ladrilleros, para que estos las utilicen como insumo en la quema de sus productos. De esta forma se optimiza el trabajo y los recursos para el beneficio de vecinos de diversos sectores y con distintas necesidades.