De manera sorpresiva y sin que ministros macristas estuvieran al tanto, la Casa Rosada finalmente convocó ayer a sesiones extraordinarias al Senado para que trate los pliegos de los dos juristas que Mauricio Macri propuso para la Corte Suprema. Junto a los candidatos a jueces del máximo tribunal, el oficialismo buscará que este mes se aprueben los ascensos militares, el nombramiento de un puñado de embajadores políticos y las designaciones de nuevos jueces, fiscales y defensores del fuero federal.

La decisión fue tomada ayer al mediodía, después de una conversación telefónica entre Macri –que estaba en Tucumán– y la vicepresidenta Gabriela Michetti. Un instante después, el senador macrista Federico Pinedo se encerró en su despacho y pidió que lo comunicaran con los ministros de Justicia, Germán Garavano, y de Defensa, Julio Martínez. A ambos los informó de la novedad y de que sus carteras tienen tiempo hasta el miércoles para enviar los pliegos con pedidos de acuerdo.

Con la convocatoria, el Gobierno renuncia a poner en funciones en la Corte “en comisión” a Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, como establecía el decreto inicial con sus designaciones. Macri desistió ante el rechazo que provocó entre opositores e incluso entre sus propios aliados.

“El Gobierno escuchó nuestro reclamo de que se debían hacer las cosas como corresponde y no nombrar a los jueces por decreto”, celebró ayer el senador del FpV Juan Manuel Abal Medina. Para lograr los acuerdos, el oficialismo debe sumar los dos tercios de los votos de los senadores presentes. La llave la tiene el bloque K, que sumando propios y aliados (incluyendo a Carlos Menem) cuenta con 43 senadores sobre un total de 72.

A cambio de apoyar la designación de Rossatti y Rosenkrantz, el bloque del Frente para la Victoria –que preside Miguel Pichetto– reclama que el Ejecutivo destrabe fondos para las provincias administradas por el peronismo y que más adelante se amplíe la Corte Suprema de 5 a 7 miembros. La convocatoria a extraordinarias indica que las negociaciones están encaminadas.

De los integrantes del bloque K, al menos 20 son considerados “terminales” de gobernadores peronistas. Hay además varios senadores del FpV que no responden a ningún gobernador pero que en principio podrían votar a favor de los juristas. “Sus antecedentes son impecables. Lo que evaluaremos cuando vengan a la audiencia pública es cómo justifican haber aceptado ser designados en comisión”, apuntó un senador del interior.

La convocatoria se da dos días después del quiebre del bloque del FpV en la Cámara de Diputados, donde una minoría rebelde armó una bancada aparte de la que controla el sector que se mantiene fiel a Cristina Kirchner. En el Senado, en cambio, el ala dura del FpV es minoría y aún no dio pistas de qué hará frente a los pliegos.

Consultado por Clarín, Pinedo se mostró confiado en lograr la aprobación. “Pese a ser minoría, somos optimistas. Vamos a hacer una fuerte apuesta a la búsqueda de consenso y la gobernabilidad”, dijo. El plan de ruta del oficialismo es que las sesiones arranquen el próximo jueves. Ese día se le dará ingreso formal a los nuevos pliegos y se retirarán los de Domingo Sesín y Eugenio Sarrabayruse, a quienes la ex presidenta había propuesto para cubrir las vacantes de Eugenio Zaffaroni y Carlos Fayt.

Al día siguiente se conformará la Comisión de Acuerdos –que sería presidida por Rodolfo Urtubey, del FpV– y empezará a tratar los pliegos. Deberá convocar por edictos a los candidatos a audiencia pública, en un plazo de 15 días corridos. Por lo que llegaría con los tiempos ajustados para poder hacerlas antes de la inauguración de las sesiones ordinarias, el 1° de marzo. De tal modo, fuentes legislativas estimaban anoche que se votarían recién a principios de ese mes.