La Corte, dispuesta a entregar los atributos

Lorenzetti se lo habría confirmado a Garavano

El presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, aceptó entregar el bastón de mando y la banda presidencial a Mauricio Macri en la Casa Rosada si la presidenta Cristina Kirchner no acepta hacerlo en ese lugar. Un dato adicional muy importante, que impide que la Presidenta pueda llevar el bastón y la banda al Congreso: Macri ya tiene en su poder los atributos que va a recibir, según confiaron a LA NACION muy altas fuentes de Cambiemos.

Ayer, el máximo tribunal dejaba trascender oficialmente que "si llega un pedido formal para que la Corte encabece el traspaso de mando, el pedido se va a tratar en el acuerdo del miércoles, donde van a estar presentes los cuatro jueces". Esa respuesta no es más que un formalismo. En rigor, el tema ya está resuelto.

La Presidenta sabe que el máximo tribunal decidió asumir ese rol y así se lo hizo saber a Macri en las últimas horas, en dos oportunidades.

Algunas fuentes de Cambiemos deslizaban que el sábado Macri se habría comunicado con Lorenzetti para plantearle esta posibilidad. Pero, en realidad, el tema ya se lo había anticipado abiertamente a Lorenzetti, el jueves último, el ministro de Justicia designado, Germán Garavano, cuando hizo una visita protocolar al Palacio de Justicia. Ese día, en la sede de la Corte Suprema, Lorenzetti y su par Juan Carlos Maqueda recibieron la visita de Garavano y fue entonces cuando se habló del traspaso presidencial: en ese momento, Lorenzetti anticipó que "la Corte estaba dispuesta a cumplir un rol ceremonial".

Por eso, el juez supremo no se sorprendió cuando, anteanoche, durante el programa de Mirtha Legrand, Macri reveló que había llamado a la Presidenta para pedirle que participara de la ceremonia en la Casa de Gobierno y agregó que "si la Presidente no entrega los atributos en la Casa Rosada, lo hará la Corte".

Desde hace diez días, la actual mandataria y su sucesor vienen debatiendo sobre las contingencias de la transferencia del poder. Siempre estuvo en claro que, según lo establece el artículo 93 de la Constitución nacional, Macri debe prestar juramento en el Congreso, ante las dos cámaras reunidas en Asamblea Legislativa, pero el debate gira alrededor del lugar donde recibirá los atributos de mando.

Como nada se dice en la Constitución sobre esa segunda ceremonia, que es eminentemente el acto posterior de traspaso de los atributos del poder, que es meramente simbólico, el conflicto subsistió y Cristina Kirchner, desafiando una larga tradición, pretende entregar aquellos símbolos en el Congreso.

Cuando Garavano visitó a los jueces supremos el jueves, lo recibieron Lorenzetti y Maqueda. Faltaban Elena Highton de Nolasco, con quien se reunión por la tarde, y Carlos Fayt, que nunca participa de esas reuniones y que, además, este jueves se retirará del alto tribunal. La reunión fue bastante extensa para haber sido simplemente protocolar. Ése fue un primer dato que llamó la atención. El segundo fue el hermetismo: ninguno quiso revelar lo conversado.

Pero LA NACION pudo saber que, más allá de hablar sobre los muchos proyectos de reforma judicial que impulsa Garavano y la necesidad de que la Corte lidere algunas de esas iniciativas, también se mencionaron dos temas sensibles: el DNU de Cristina Kirchner sobre la devolución de la coparticipación a las provincias y el conflicto por el traspaso de poder.

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