Faltan 41 días para el fin de su mandato y Cristina Kirchner realizó ayer una doble jugada perfectamente sincronizada: envió una anota al Senado oficializando el retiro del pliego de Roberto Carlés como nuevo juez de la Corte y puso en marcha el proceso para la designación de otros dos candidatos, los jueces Eugenio Sarrabayrouse y Domingo Sesín. La jugada de la que se enteraron el miércoles a la noche, en plena sesión, tomó a los bloques opositores por sorpresa, aunque reaccionaron con rapidez. Todos ratificaron ayer el compromiso de bloquear nuevos nombramientos en el máximo tribunal hasta el recambio presidencial del 10 de diciembre.

Para las designaciones en la Corte se necesita el voto de los dos tercios de los presentes. Debido al juramento opositor, en la actual conformación del Senado el oficialismo puede aspirar a 41. Y si asisten todos, debería llegar a 48.

“No vamos a acompañar esto. Si hace un año no había legitimación de Cristina Kirchner para presentar candidatos para la Corte, a casi 20 días del balotaje menos”, se plantó Ernesto Sanz, senador y jefe nacional de la UCR.

“Los 28 senadores que asumimos el compromiso lo seguimos manteniendo en pie. Lo que corresponde es que el próximo presidente tenga derecho a opinar sobre la composición de la Corte”, dijo anoche a Clarín Adolfo Rodríguez Saá. Como titular del interbloque del PJ Federal, el puntano habló por teléfono con sus pares Carlos Reutemann, Juan Carlos Romero, Rubén Giustiniani y Fernando Solanas. “Todos me repitieron que siguen firmes en la decisión que tomamos hace un año”, aseguró.

La posición de los bloques opositores era que el Gobierno debería retirar los pliegos que propone ahora para permitir que el próximo presidente sea el que proponga a los reemplazantes de Eugenio Zaffaroni y Carlos Fayt, quien de hecho anunció que renunciará a su cargo recién el próximo 11 de diciembre.

Llamativamente, el opositor que se mostró ayer más cauto sobre qué destino deberían tener las propuestas de Sasín y Sarrabayrouse fue el macrista Federico Pinedo, quien en diciembre pasará a la Cámara Alta. “No creo que el Senado dé acuerdo a los nuevos magistrados antes del cambio de gobierno. Pienso que el nuevo presidente evaluará y decidirá si retira los pliegos, o algunos de ellos, o no lo hace”, consideró el actual titular del bloque del PRO en Diputados.

A fines de abril, el pliego de Carlés obtuvo dictamen en la Comisión de Acuerdos, pero no fue tratado en el recinto porque el kirchnerismo jamás consiguió los votos. En la nota enviada por la Presidenta al Senado para retirar el pliego, leída por el ministro de Justicia, Julio Alak, sostuvo: que Carlés “fue objeto de una injustificada negativa por parte de la oposición al tratamiento de su pliego, produciendo con esa actitud antidemocrática una maniobra que además genera inconvenientes en el funcionamiento del más alto tribunal”.

Con la nota no alcanza para retirar el pliego: deberá ser aprobado en la próxima sesión del Senado, que no tiene fecha firme. Ayer, por otro lado, el Poder Ejecutivo puso en marcha a través de la publicación en el Boletín Oficial y en diarios nacionales el proceso para las designaciones de Sesín y Sarrabayrouse. Este tiene relaciones con el kirchnerismo. El primero preside el Tribunal Superior de Córdoba, se lleva bien con la UCR y el PJ local, y es hermano de Esther “La Turca” Sesín, condenada a 9 años de prisión por el secuestro y vejación de Rodríguez Saá en 1993. El ex gobernador dijo que conoce al juez, pero no tiene vinculación con él.