Las correntinas se sumaron a la marcha nacional en contra de la violencia de género

Las correntinas se sumaron a la marcha nacional en contra de la violencia de género

Pese a la lluvia, más de 300 personas participaron ayer de la manifestación que volvió a reclamar “Ni una menos”. Organizaciones sociales y familiares de víctimas de femicidio dieron sus testimonios y pidieron por la aplicación de las leyes que protegen a las mujeres. 

Con más de 300 personas en la plaza 25 de Mayo, Corrientes se sumó ayer al paro de mujeres que tuvo lugar en todo el país. Pese a la lluvia se congregaron diferentes organizaciones sociales y familiares de víctimas de femicidio, quienes visibilizaron sus experiencias y pidieron por la aplicación de las leyes de protección del género.

La principal premisa de la movilización fue el reclamo de protección para el género femenino en un país en el que una mujer es asesinada cada 30 horas, según datos de la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) que se creó en la Corte Suprema de Justicia.

De esta manera, contagiados por una convocatoria nacional, el grupo compuesto por organizaciones sociales y familiares de víctimas de femicidio se sumó a un paro simbólico con radio abierta, pancartas con los lemas “Ni una menos”, “Vivas nos queremos” y cánticos. 

En lo que respecta a la convocatoria al paro vale señalar que el cese de actividades se notó en algunos estamentos de la administración pública, cuyos trabajadores no pudieron asistir a la plaza pero reclamaron desde sus puestos laborales.

Vestidas de negro en señal de descontento, las primeras mujeres se congregaron en el espacio verde con una radio abierta. Al inicio un hombre estuvo a cargo de designar los turnos, hasta que una de las jóvenes que integraban el movimiento pidió que sean las mujeres quienes tomen la iniciativa, con el mismo énfasis con el que se solicitaba el efectivo cumplimiento de la ley de emergencia por violencia de género. Una normativa que se sancionó hace dos años pero que nunca tuvo presupuesto para ser reglamentada.

Un pequeño gesto que dijo mucho, porque la violencia física no es la única desigualdad que sufren las mujeres. Según estadísticas, el género femenino ocupa siempre menos lugares de jerarquía en los ámbitos públicos y privados, y también gana menos que los hombres por el mismo trabajo.

Así fue que hicieron uso de la palabra los familiares de varias de las víctimas correntinas. Cinco es el registro que se lleva en la provincia este año, sin contar aquellos casos que siguen siendo invisibilizados.

La muchedumbre escuchó atentamente a la madre de Tamara Zalazar, la joven a la que mataron en febrero (ver recuadro) y también a la hija de Alejandra Duarte, quien falleció quemada en el Hospital Vidal. Difícil fue no sentirse interpelado por sus testimonios que describieron la lentitud judicial y policial a la hora de atender los casos.

También hablaron otros familiares, como Rita Verón y Karina Silguero, hermanas de Eli y Silvana respectivamente. 

Más allá de sus casos particulares, el pedido apuntaba a la asistencia por parte del Estado para erradicar el flagelo o por lo menos a buscar soluciones coyunturales, como la creación de refugios de protección que aún siguen entre escombros.

La marcha se trasladó así a la calle Salta, bien frente a la Casa de Gobierno. Entre cánticos y más testimonios, aguardaban por respuestas del Estado que nunca llegaron.

Lo que sí llegó fue la lluvia, que al igual que los efectivos apostados en la zona, no pudo hacer que las mujeres vestidas de negro se fueran de allí. 

En ese momento los paraguas dijeron presente, así como las víctimas que hoy no están, pero que estuvieron representadas por el grito de las que no tienen voz.

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