Lucía, que estuvo acompañada por el ministro de Gobierno y Justicia, Gustavo Saadi, y el subsecretario de Asuntos Municipales, Fidel Sáenz, compartió un almuerzo con todos los jefes comunales, sin distinción de procedencia partidaria o signo político.

Uno a uno los 36 asistentes hicieron uso de la palabra. Gustavo Jalile destacó su confianza en que podrá trabajar sin problemas porque “tengo más amigos peronistas que radicales”; Alejandro Páez afirmó que celebra “el diálogo” y se ofreció incluso para acompañar a Lucía a Buenos Aires si alguna gestión lo requiere.

Al momento de señalar dificultades, fueron recurrentes las menciones a los problemas financieros y económicos, que en muchos casos comprometen incluso gastos vitales como el pago de sueldos.

En ese orden, la gobernadora Lucía Corpacci insistió en la necesidad de colaborar desde todos los sectores, y observó que “creo que tenemos una ventaja adicional: terminaron las elecciones y tenemos todo un año que no va a ser electoral, todo el año que viene. Entonces tenemos que poder darnos el ejercicio de trabajar con madurez y con responsabilidad”.

Recordó que “cuando fueron las elecciones de 2011, hubo intendentes que no llegaron desde el mismo signo político que nosotros, pero la verdad que pudimos trabajar y pudimos trabajar bien”.

La Gobernadora explicó que el próximo año no será sencillo, y por ello se hace imprescindible que cada uno ponga lo mejor de su parte para que todo resulte como se desea. 

Finalmente dijo que “hay buen diálogo con el Gobierno nacional, pero tenemos que dejar que se afiance”, y pidió que “transitemos este camino con diálogo, sin fogonear conflictos sociales de ninguna índole: trabajemos juntos para que la gente tenga tranquilidad”.