Con los coroneles heridos y el premio al teniente Columbo

Con los coroneles heridos y el premio al teniente Columbo
Los coletazos del cierre siguen revelando que ni todos los que se muestran como ganadores ganaron, ni todos los que parecen haber perdido perdieron.
En el universo del kirchnerismo marplatense, el intendente Gustavo Pulti, hoy convertido al ultrakirchnerismo, trazó una estrategia silenciosa. Adhirió al Frente para la Victoria con su partido Acción Marplatense y esbozó una terna de posibles candidatos entre los que se encontraban el presidente de AM, Santiago Bonifatti, su secretario de Gobierno, Marcelo Artime, y el médico “independiente” Alejandro Ferro, en el orden local.

Lo que se mantuvo cerrado bajo siete llaves era la intención de colocar hombres y mujeres de Acción Marplatense en las listas de senadores provinciales y de diputados nacionales. Pulti, silencioso, especuló hasta último momento con la ruptura total entre el kirchnerismo y el sciolismo y tenía la ilusión de colocar a su esposa a la cabeza de senadores provinciales. La convocatoria del único ultra sciolista en las nóminas del FpV, el marplatense Juan Curuchet, le hizo pensar rápidamente que Lucila Branderiz podría ocupar el segundo escaño de la boleta, pero recibió una negativa. Ese lugar fue para Gervasio Bozzano, un joven dirigente de La Cámpora de la localidad de Maipú y secretario parlamentario cercano a Julián Domínguez.

Las aspiraciones de Lucila se chocaron con los poderosísimos 4.400 votos de Gervasio en Maipú. Ya con la moral un poco alicaída peleó por el tercer lugar de la lista, destinado para un kirchnerista puro. Para sorpresa de Pulti, que dio todas las pruebas de amor posible y no fue considerado como puro, apareció el nombre de Adela Segarra una “soldada de Cristina” y aliada incondicional de Carlos Cheppi en el armado local.

La otra batalla que Pulti libró en silencio, fue la conquista de un lugar en la nómina de diputados nacionales. De salir, el lugar era el numero 14 y el intendente pensó ubicar allí al presidente del bloque, Diego Monti. El viaje a Capital fue lleno de alegría, ya que tanto la presencia en la lista de senadores y la presencia en la lista de diputados nacionales demostrarían que Pulti no estaba solo.

Al llegar al despacho de Carlos Zanini, una secretaria muy cordial pero que no registraba al “candidato”, le preguntó qué necesitaba; Monti se identificó y explicó: “Vengo a firmar la lista en el numero 14, me manda el intendente de Mar de Plata” (intentando chapear cordialmente). La secretaria respondió con un “me parece que hubo un cambio en lo suyo” y Monti, sonriente, vio a los pocos segundos cómo irrumpía por la puerta la diputada provincial Fernanda Raverta. “Hola Diego”, le dijo y entró al lugar donde Monti quería entrar. Para sorpresa y asombro del hombre de Pulti, la dirigente camporista ocupó su lugar.

Luego de las dos derrotas consecutivas, y para no volverse con las manos vacías, Pulti colocó a Daniel Columbo en el cuarto lugar de la lista de senadores provinciales, lugar de improbable éxito, pero fiel a una ley de peronista que dice “cuando uno va a algún lado, siempre debe volver con algo en la mano”. El premio consuelo fue insuficiente para los coroneles de AM; la desazón se apoderó de los hombres fuertes del intendente marplatense y dijeron: “Entregamos el cuarto y el quinto de la lista de concejales, Ferro nunca militó, Rosso va por su quinto mandato, tal vez la única con merecimiento sea Débora Marrero”.

“Acá no hay que romperse el alma porque todo lo que crece Gustavo lo ve como una amenaza, así estamos firmando el acta de defunción de Acción Marplatense”, dicen desde AM. El desánimo es tan grande que cuando se le pregunta a los distintos posibles candidatos de AM qué les respondió Pulti al momento de no designarlos en las listas, responden: “La verdad que nada, yo estuve en casa y el teléfono no sonó, lo que quiere decir que no seré candidato a nada”.

El FpV en batalla permanente

Si bien la apuesta de Pulti era que el Frente para la Victoria de Mar del Plata no tuviera lista al igual que en 2009, su poder no dio para tanto. Es más, ni siquiera pudo meter la cola en la interna.

El pultismo K, que bravuconamente desde La Güemes -una agrupación de empleados del PAMI- anunció que iría a internas contra quien se presente, anunció que su máximo referente Fernando “Emilio” Alí había pedido número de lista y color, pero parecería que Alí no registró bien la fecha del cronograma electoral porque el 22 de junio no se lo vio por la Junta y nadie sabe qué hizo con su “poderoso” armado.

Lo cierto es que el kirchnerismo puro no pultista tendrá 4 listas. La del cheppismo estará encabezada por el exdiputado Daniel Rodríguez, que además del apoyo de Carlos Cheppi contará con el apoyo de la candidata a senadora provincial Adela Segarra y la candidata a diputada nacional Fernanda Raverta, más los integrantes de la mesa del kirchnerismo platense donde se enrola Raúl Calamante y los sectores de la juventud de la JP-Descamisados, los mariottistas y todos los sectores juveniles que, a diferencia de Marina Santoro, decidieron no convertirse al modelo Muni & Pop.

El cheppismo deberá revalidar títulos, ya que las otras listas buscan su lugar y posicionarse. Una es la del exconcejal frepasista Pablo Galarreta, que supo ser aliado de Cheppi y logró el cargo que tiene en el Anses gracias al embajador argentino en Venezuela. Galarreta parece plantarse y hasta se especula que renunciará a su cargo de la Anses para no deberle nada a su exaliado.

Por otro lado, la lista de Karina Ponce, de Mar del Plata 20/20 que conduce el bodouista Marcelo Artime, es otra jugada para dividir el voto kirchnerista y favorecer al intendente Pulti.

Por último, está la lista de Stella Casasola, enrolada con el intendente de Quilmes Francisco “Barba” Gutiérrez, otro outsider del kirchnerismo que irá en su municipio como testimonial enfrentando a Aníbal Fernández y a La Cámpora.

El kirchnerismo marplatense vuelve a estar en ebullición. Los ultra k no lo quieren a Pulti y Pulti no sacó nada para su tropa en las listas ultra K. Con la irrupción de Sergio Massa, el futuro es incierto pero el aporte que le hará a las listas k la figura del ciclista con medalla de oro será un factor determinante. Todos buscaran la foto con Curuchet y el intendente deberá afrontar una campaña con la tropa herida para remontar el papelón de la suspensión de la consulta popular por la Policía Municipal.

El kirchnerismo deberá resolver quién es su cara para enfrentar las legislativas de octubre y demostrar si todos los que en nuestra ciudad adhieren a Cristina los identifican como los que pueden poner a Mar del Plata en esa sintonía Nac & Pop.

Estimado marplatense: cuando espere el micro tenga cuidado de que no le peguen un cartel en la cara, pero si se le acercan amablemente y le dan un volante, un folleto o algún candidato le quiere contar qué propuestas tiene, escúchelo atentamente porque, primero en agosto y después en octubre, se pondrá en juego el futuro de nuestra ciudad, la provincia y el país.

Espero que cada día quieran más -como yo- esta Columna de Miércoles. Hasta la semana que viene.

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