El coronavirus y el costado positivo en la Ciudad que nunca duerme

El coronavirus y el costado positivo en la Ciudad que nunca duerme

En el territorio porteño la contaminación ambiental bajó un 50 por ciento. El relevamiento fue realizado por la Secretaría de Ambiente porteña, a través de la Agencia de Protección Ambiental (APrA). Podría llegar a bajar más.

Gracias a la cuarentena obligatoria decretada por el presidente Alberto Fernández hasta el 31 de marzo "la Ciudad de la furia" como supo llamar la emblemática banda Soda Stereo mostró su lado positivo entre tanta angustia que genera el encierro y las pocas posibilidades de circulación en una ciudad que nunca duerme. 

Es que el aislamiento social obligatorio para evitar la propagación del coronavirus, con la consecuente caída brusca en la cantidad de vehículos en circulación, generó que el territorio porteño viva un hecho prácticamente insólito: la contaminación en la Ciudad bajó un 50%. Así lo indican las mediciones de las estaciones de control atmosférico que el Gobierno porteño tiene en distintos puntos de Capital.

El relevamiento fue realizado por la Secretaría de Ambiente porteña, a través de la Agencia de Protección Ambiental (APrA) que analizó los parámetros de contaminación atmosférica desde el 20 de marzo, día del inicio de la cuarentena, hasta el 25 de marzo, día posterior al fin de semana largo.

Las mediciones se hicieron en las estaciones de control atmosférico ubicadas en La Boca; Rodríguez Peña y avenida Córdoba, y Parque Centenario. Y lo que detectaron es que los valores de monóxido de carbono (CO), óxido de nitrógeno (NOx), dióxido de nitrógeno (NO2) y material particulado 10 (mp/10) disminuyeron un 50% en relación al mismo período de 2019. En otras palabras, la contaminación bajó a la mitad.

Las sustancias de las que se hizo el seguimiento son las que están especialmente relacionadas con las emisiones de gases contaminantes. También se sumó el valor del dióxido de nitrógeno para medir el impacto en la salud.

En la Secretaría de Ambiente atribuyen la fuerte reducción en todos los parámetros a la disminución del tráfico vehicular. Las autopistas porteñas lo reflejan: según datos de AUSA, registraron una caída en la circulación del 72%, mientras que el Anillo Digital que controla los accesos registró una baja del 73%.

Las emisiones de gases contaminantes siguen el pulso del movimiento en la Ciudad. Así, el estudio comprobó que en las horas previas a que el presidente Alberto Fernández anunciara la cuarentena, hubo un marcado aumento de todas las emisiones, debido al flujo de gente que salió a realizar comprar para abastecerse durante la cuarentena.

En la Secretaría de Ambiente aseguran que esperan que la disminución de contaminantes se mantenga, o incluso que hasta baje un poco más. El cambio drástico en la calidad del aire demuestra el impacto positivo que tendría que las personas dejaran de usar sus vehículos particulares y, al mismo tiempo, contar con medios de transporte más amigables con el medio ambiente.

“Más allá de la situación atípica por la que estamos pasando a nivel global, es importante destacar que disminuir el uso de medios de transporte que emiten gases contaminantes es la salida para mejorar la calidad de aire de las grandes ciudades -sostiene Eduardo Macchiavelli, secretario de Ambiente de la Ciudad-. El reemplazo de este tipo de transporte deberá ser una de las grandes acciones que habrá que mantener una vez que hayamos podido superar la pandemia”.

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