Tras la emisión de bonos del Gobierno nacional para el pago a los fondos buitre, en la Provincia reina el optimismo y está todo listo para la emisión de su propio título internacional, que rondará los 500 millones de dólares.

 

 

 

Si bien hay apuro y necesidad por conseguir financiamiento, la emisión de la Provincia se demoraría hasta principios de mayo. Esto se debe a que el Ministerio de Hacienda esperará unos días más para completar algunos trámites y monitorear el comportamiento del mercado.

 

 

 

Además, todo indica que no dependerá de este bono para pagar los sueldos de los empleados públicos correspondiente a abril, lo cual le permite al Gobierno tomarse unos días más. Pero en ese sentido, el Gobierno todavía deja una advertencia: "Si llegado el caso no tenemos opción vamos a tener que salir según indique la necesidad", explicó una fuente oficial.

El escenario general es auspicioso, según la mirada local. "Estoy que salto en una pata", graficó un ministro, en medio de la noticia de que había ofertas para Argentina del orden de los 69.000 millones de doláres.

 

 

 

La sobre oferta que se observó en los últimos días fue la prueba del interés de los inversores, que han puesto la mirada en Argentina debido a la crisis de Brasil y a que otros países, como Perú y Uruguay, están al límite en cuanto al endeudamiento.

 

 

 

"Mientras más plata hay, es más barata", explicaron en Hacienda respecto de las perspectivas de la Provincia, que está anotada para endeudarse apenas después de la emisión para el pago a los holdouts.

 

 

 

En este sentido, el Gobierno provincial aspira a conseguir una tasa mejor a la que consiguió Buenos Aires, que tuvo que emitir de apuro un bono por más de 1000 millones de dólares y consiguió una tasa del 9,38 por ciento.

 

 

 

El techo es la tasa que se vio obligada a aceptar la gobernadora María Eugenia Vidal y el piso, lo que consiguió el Gobierno Nacional, que es del 7,2 por ciento en promedio, según indicó este martes el ministro Alfonso Prat Gay. 

La semana pasada la expectativa era que el bono provincial tuviera una tasa un poco por encima de los 8 puntos. Hoy, hay un poco más de optimismo en ese sentido.

 

 

 

Lo cierto es que Mendoza ha terminado todo el proceso de documentación y ha presentado su pedido de endeudamiento al Ministerio de Economía.

 

 

 

Ahora tiene que esperar las cifras del "mercado secundario" para definir el momento y el monto preciso de la emisión.

 

 

 

Y cruzar los dedos para que no haya ninguna necesidad de último momento que obligue a emitir el bono de apuro.

 

 

 

El Poder Ejecutivo ha ahorrado fondos para depositar en tiempo y forma los sueldos de abril, pero eso en alguna medida seguía dependiendo hasta el fin de semana de que el Banco Nación aceptara refinanciar 700 millones de pesos que tenía que pagar la Provincia este mes, producto de las deudas de los últimos meses de gestión de Paco Pérez.

 

 

 

Es que el escenario de las finanzas provinciales sigue poniéndole un límite a la euforia. El ministro de Hacienda provincial, Martín Kerchner, insiste en que necesita cerca de 10.000 millones de pesos sólo para afrontar las necesidades de 2016. El déficit presupuestario es de 5000 millones de pesos, mientras que los pagos de capital de la deuda rondan los 4.600 millones.

 

 

 

Buena parte de esos fondos requeridos para el ahora los conseguirá Hacienda a través del bono internacional, pero es necesario recalcar que este endeudamiento histórico sólo servirá para que la Provincia se mantenga a flote este año.

 

 

 

De hecho, por cuerda separada, la Provincia sigue negociando la deuda con los proveedores que heredó de Paco Pérez, que es el otro frente abierto para las finanzas provinciales. 

Emitió otro título por 1.000 millones de pesos para enfrentar esas deudas y le hará falta una emisión similar más (el último cálculo es un poco más moderado que el del fin de semana, que rondaba los 1.600 millones) para consolidar deudas de ART, OSEP, obra pública y publicidad, entre otros rubros.

 

 

 

La constante descripción de la crisis financiera de Mendoza es más que nada un mensaje para los gremios de los empleados estatales, que están en pie de lucha por un aumento superior al establecido por Cornejo y que pueden sentirse tentados a insistir con el 40 por ciento de aumento a partir de la emisión del bono internacional, que traerá fondos frescos.

 

 

 

El gobernador puso el 25 por ciento de aumento como techo para los estatales en las paritarias, pero los gremios siguen sosteniendo (aún sin argumentos muy sólidos) que las arcas provinciales tienen fondos para pagar más.

 

 

 

El Gobierno en cambio dice que en la situación actual "no deberíamos dar ningún aumento" y avisa a los sindicatos que "va a tener que salir a conseguir la plata" para pagar la suba del 25 por ciento.