El párrafo que sigue corresponde a una publicación oficial del Ejecutivo mendocino: “La apuesta del Gobierno de Mendoza de priorizar la industria local y nacional para fomentar el empleo sustentable, el crecimiento del sector tecnológico y el fortalecimiento de procesos de investigación y desarrollo, quedaron socavadas luego de que la Nación favoreciera en la licitación RenovAr a proyectos que favorecen la industria internacional”.

La durísima crítica al proceso adjudicatorio del plan RenovAr, para favorecer la generación de energías renovables, literalmente enfureció al gobernador Alfredo Cornejo y a buena parte de sus colaboradores, que de esta manera se suman a la bronca del salteño Juan Manuel Urtubey por el proceso que favoreció al jujeño Gerardo Morales.

 

Es que Mendoza apostó fuerte a ser elegida con algunos de los proyectos, pero no consiguió ninguno. De hecho fueron 9 los proyectos que, con el aval explícito del Gobierno provincial, compitieron. Por eso la “desilusión” fue grande entre los colaboradores de Cornejo, quien mandó a su ministro estrella, Enrique Vaquié, a despotricar contra la Casa Rosada.

 

“Nuestra propuesta fue hacer una cadena productiva en la provincia, con la instalación de una fábrica de paneles solares y la generación de 200 puestos de trabajo permanente sólo para los parques solares”, detalló el funcionario, quien espetó: “El Gobierno nacional está priorizando el precio de costo y no tiene en cuenta el ‘precio social’, que es la cadena que se genera a través de la generación de empleo, el incremento del consumo, el pago de impuestos y la compra de servicios locales”.

 

En esa línea, la postura del Gobierno mendocino quedó clara a advertir que “otras provincias adoptaron una estrategia diferente, es decir, optando por firmar contratos con empresas procedentes de China que, de la mano del financiamiento de sus poderosas agencias de exportación y de la importación de la totalidad de los equipos, consiguieron presentar tarifas muy baratas”.

 

Se referían obviamente al gobierno jujeño, que a través de su empresa de energía Jemse se asoció con dos firmas chinas para quedarse con la Ronda 1 del programa RenovAr, algo que desde Salta denunciaron como “direccionado”. La UTE de Jemse y las compañías chinas ganó la licitación ofertando un dólar menos que el resto y con un plazo de obra que en el sector consideran imposible de cumplir.

Vaquié asimismo le pasó factura a varios ministros nacionales, al hacer públicas las conversaciones y acuerdos previos a la adjudicación: “Estamos decepcionados de que no se concretara un compromiso asumido por el Gobierno nacional de poner a disposición líneas de crédito de financiamiento competitivo, a un plazo de 7 años y con una tasa máxima de 5% en dólares, que le diera posibilidad a la industria nacional frente a la maquinaria China”. Y agregó: “Hemos tenido varias reuniones con el ministro (Juan José) Aranguren y con el ministro (Francisco) Cabrera y les llevamos la documentación correspondiente, por la cual creemos que el Gobierno nacional se está equivocando”.

 

Incluso, Vaquié le recordó a Macri reuniones con Cornejo donde “el gobernador se ha juntado con el presidente a explicarle por qué creemos que ofrecerles un plazo fijo a los chinos no es correcto y que Argentina está perdiendo una oportunidad de generar empleo en blanco”.

 

El cortocircuito sin dudas fue de proporciones, y para que no quedaran dudas del malestar que se generó en el Gobierno provincial, el director de Energías Renovables de la Provincia, afirmó: “Haber obtenido una tarifa barata para la energía renovable no es lo mejor para el país, ni para el desarrollo de sus empresas, ni para la explotación de sus recursos. Mendoza debe defender a su industria y a sus recursos”.

 

Desde Asinmet (Asociación de Industriales Metalúrgicos), se informó en paralelo que “comenzamos a determinar un plan de acción para defender la industria provincial”. Su presidente, Pedro Bizzotto, indicó que “la cámara hará todo lo posible para que las empresas locales, especialmente las pymes, sean incluidas en estas obras en las que habían puesto las esperanzas del sector, que viene en caída y que este año está profundizando su crisis”.