Cornejo a MDZ: "La justicia tendrá que investigar la corrupción"

El gobernador de la provincia, Alfredo Cornejo, recibió a MDZ en su despacho y habló de todos los temas: los institucionales y los familiares. Dueño de una "agenda aburrida" no le gustó que se lo compare con Mauricio Macri y sostuvo que a Mendoza "hay que hacerla funcionar" y que en eso consistirá su gobierno. Sus funcionarios recolectan informes sobre irregularidades y corrupción, "pero no voy a denunciar por denunciar", sostiene.

El gobernador Alfredo Cornejo está confiado de su propia fuerza y de las capacidades de quienes lo rodean. Se muestra satisfecho por haber conseguido la gobernación. Al fin de cuentas, es un animal político y ya debe estar calculando su próximo paso. Sobre todo, desde el momento en que ya cree saber cómo terminará su mandato: que podrá hacer y qué no. "Mi agenda es aburrida", sostiene y asegura que tan solo tiene tiempo para poner a andar a un Estado que no funciona del todo bien. "No podré hacer grandes obras, ningún gobernador lo puede hacer en cuatro años y quienes lo intentaron lo hicieron mal", reflexiona y todos sabemos que está hablando de su antecesor y en particular de la Villa Deportiva. Sabe que pisa sobre arenas movedizas en un gobierno que asumió a ciegas, ya que no se les permitió indagar para realizar una transición por capricho de Francisco Pérez. "Nunca sabremos del todo qué pasa en cada rincón del gobierno", admite y su sinceridad juega en contra de lo políticamente correcto, pero es así.

- Nos dicen que en muchos lugares todavía no pueden hacer pie. ¿Tiene esa sensación, de que aún no puede caminar firme en el gobierno?

- El Estado es una cosa inmensa en cantidad de personas, dependencias, lugares físicos, etc. Es una empresa de servicios tan grande que el CEO no alcanza a conocerla en 4 años y en cada uno de los lugares que uno se mete encuentra un montón de agujeros negros. Por ejemplo con las casas de bienes de herencia (herencia vacante), no se sabe quien tiene el usufructo y los registros no están. Hay un montón de cosas inescrutables que causan sorpresa. Nosotros nos seguimos sorprendiendo de muchas, como con los fideicomisos que administraba el ministerio de Economía. Ahí, vimos que además de cobrar del fideicomiso, los funcionarios cobraban sueldos. ¿Por qué cobraron para administrar el fideicomiso si a su vez estaba con otra función? Son cosas que yo no conocía.

- En comparación con Mauricio Macri, a él se lo ve más activo que a usted en el arranque ¿Se puede comparar el inicio de ambas gestiones?

- Yo creo que las comparaciones son odiosas. El método comparativo es útil y didáctico, pero no hay que comparar peras con manzanas. No tienen el mismo ciclo y son muchas las diferencias. En primer lugar, el Estado nacional tiene funciones muy amplias y fuertes como la política económica, la política exterior, o la política de defensa, etc. Sólo en política económica, mover el dólar es una decisión muy fuerte e impactante que no se puede comparar con el gobierno provincial, cuyos instrumentos, como bajar o subir impuestos, son muy relativos. Estamos muy atrás y no se puede comparar. Subir impuestos sería un atropello tras tres años de aumentos y bajarlos desfinanciaba al Estado. En síntesis, mandé prácticamente la misma ley impositiva a la Legislatura. En este sentido, se puede tener la lectura de que Macri hizo cambios y yo no, pero los instrumentos del son muy superiores y administramos cosas distintas. En cuanto a las formas, he tratado de sacar todo por ley. Ley de emergencia fiscal, ley de emergencia sanitaria, ley presupuesto, y él está usando la ley de Emergencia que usaba Cristina Fernández. Me parece que en este sentido yo he usado formas institucionales más fuertes. Ahora, sería injusto que yo me ponga en ese lugar, cuando Macri tiene minoría en el Congreso, con un peronismo dividido entre grupos que quisieran una revuelta popular que voltee al gobierno y gobernadores que quieren un cauce institucional de diálogo permanente. Ese problema que tiene Macri, no lo tengo yo, ya que cuento con mayoría en Diputados y Senado.

 

- ¿Ha conseguido interlocutores dentro del peronismo?

- Son los que la realidad ha impuesto: los intendentes. Alejandro Bermejo, Emir Félix y Jorge Omar Gimenez. También están los intendentes de Tunuyán, Lavalle y Santa Rosa. Ellos son los interlocutores que han quedado en pie y creo que con ellos hay que conversar para buscar un trabajo conjunto. Los veo dispuestos.

- ¿Le han planteado la necesidad de continuidades, como Álvarez en Irrigación o Japaz en el EPRE?

- No han planteado esos temas.

- ¿Tiene pensado removerlos?

- No tengo pensado remover por remover y no habrán “vendettas” en contra de peronismo. Yo lo que quiero es mejorar los servicios de Salud, Educación y Seguridad. Creo que hay una mala administración y me quiero enfocar en eso. En ese sentido, he tomado decisiones fuertes como la intervención de hospitales de alta complejidad, a los que el gobierno siempre criticó, pero mantuvo los directores que proponían los sindicatos. Nosotros los intervenimos y todo el mundo lo entendió bien, porque sabían que hacía falta. Son lugares fuertes, e incluso más importantes que varios municipios en cantidad de personal. El personal del Hospital Central supera el de los municipios más grandes. Yo estoy enfocado en eso, aunque parezca una agenda aburrida. Hay que organizar bien los recursos y hacer que todos trabajen de forma correcta. Que los que lo hacen bien lo sigan haciendo y a los que no, en lugar de correrlos para que no estorben, tratar de que vayan a trabajar. No será una agenda de impacto con anuncios de rutas que no existen. No va más esa estupidez de decir cosas que no podemos cumplir.

 

- Teniendo en cuenta que fue una transición de seis meses ¿Por qué tardó tanto en conformar su equipo de trabajo?

- No lo quise dar a conocer antes porque le iban a pedir explicaciones a los nuevos ministros. Yo no me he demorado en presentar sus nombres. Hubo una transición que no sirvió para nada, en la que la información que daban era pésima. Nos daban la información que estaba en la página, cuando el tema era validarla con datos de calidad.

- ¿Pero hubo segundas líneas que se enteraron dos días antes?

- Eso es cierto. Ahora, ¿qué ganaba yo y la provincia apurandome, si la información que me daban era mala? La gente que fue a los organismos a buscar info trajo datos muy superficiales y no avanzamos nada en la transición. Sólo en la ley 8816, que es en lo que venimos trabajando. Por ejemplo, María Eugenia Vidal no tiene aprobado presupuesto ni endeudamiento. El Gobierno le dio un aporte que no lo puede usar porque no tiene aprobado el endeudamiento. Lo mismo con el adelanto de coparticipación, que se lo tuvieron que descontar. Yo tengo una ley de endeudamiento con la que pague los sueldos ayer y achique dos quincenas a los municipios. En Santa Cruz, hizo un a cadena Alicia Kirchner, en la cual describió sorprendida todo lo que recibió de su propio partido y dijo que tiene que hacer un ajuste. María Eugenia Vidal redujo los cargos políticos un 30% y yo un 35%. Alicia Kirchner dijo que tiene un déficit de 4.500 millones, el mio es de 5.000, cuando Santa Cruz tiene un presupuesto mas chico que Mendoza. Buenos Aires tiene una deuda pinche de 90.000 millones y nosotros cerca de 11.000 millones. Y son dos gobernadoras que asumieron junto conmigo.

 

- ¿Le sorprendió la postura de diputados del peronismo que se retiraron del recinto durante el tratamiento del presupuesto?

- No me sorprende. Creo que el peronismo no tiene un único interlocutor, sino que hay un debate interno de cómo posicionarse. Yo tengo la paciencia para esperar esos posicionamientos, pero lo que pasa es que la provincia hay que gobernarla con presupuesto. Por ello, el peronismo debe recordar que los que estuvimos en la oposición le aprobamos el primer presupuesto por unanimidad con endeudamiento, el segundo igual, el tercer presupuesto casi por unanimidad y con endeudamiento reducido a 900 millones y el cuarto año no hubo presupuesto porque no lo quiso el gobierno, que buscaba condicionar el financiamiento de las PASO por privados. La verdad es que deberían acompañar el primer presupuesto de un gobierno elegido legítimamente y que viene a enmendar la herencia que recibe. Si en tres semanas vamos así, no quiero saber como termina.

 

- ¿Cree en las teorías conspirativas, de boicot? ¿Hay sectores que buscan desestabilizar?

- No lo sé. Creo que hay grupos muy radicalizados, pero pequeños, que alientan los conflictos. Decían que Mauricio Macri venía a privatizar hasta el aire que respiramos y no ocurrió. Decían que conmigo se acababan las asignaciones y echaríamos 15.000 empleados. Ahora tienen que justificar su propia lógica interna ante sus militantes. Sin embargo, creo que la mayoría del peronismo es gente sensata que sabe que perdió en buena ley y que debe reconstruirse para competir dentro de cuatro años. Mientras que a los que no reconocen la derrota, la ciudadanía va a ir aislándolos. Al peronismo lo tengo muy claro. En general son bichos de poder y no me los imagino construyendo sobre la reivindicación del gobierno anterior. Me los imagino trabajando desde los municipios, bien administrados, y tratando de ofrecerse como una alternativa mejor al gobierno que yo encabezo. Eso no se logra mirando para atrás ni quejándose de que Kerchner (Martín) denuncia lo que heredó. Creo que sería sano que la reconstrucción del peronismo fuera desde las gestiones municipales. Así creció el radicalismo en Mendoza en los últimos años, con Capital y Godoy Cruz como los faros para competir contra el peronismo.

- ¿Cree que alguien de la gestión anterior va a pagar los platos rotos?

- Hay que distinguir dos cosas. Han habido errores groseros de oportunidad y conveniencia, como se dice en el Derecho Administrativo. Usemos como ejemplo la Villa Olímpica: se determinó hacer una mega obra y podemos discutir su utilidad, pero no es ilegal. Ahora, si dentro de la Villa Olímpica existen sobreprecios, mayores costos (como en casos del IPV) y podemos comprobar cosas ilegales que no se ajustan a derecho, ahí podemos ir a la Justicia. Los funcionarios están revisando y tienen la instrucción de juntar antecedentes, pero eso no quiere decir que seamos un gobierno que venga a mandar a la Justicia a todos los que gobernaron antes. No tengo la vocación de denunciar por denunciar, porque sé que a la larga si no mejoro la salud, educación y seguridad, los mendocinos me van a juzgar por eso. No por la cantidad de denuncias que haga. Pero si creo que es justo que las cosas ilegales y con sospechas de corrupción sean juzgadas.

- ¿Cómo se hace para recomponer la relación entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial luego de la polémica que generó el fallo sobre prisión preventiva?

- Tengo que hacer una observación: no creo que sea un conflicto entre poderes. Me parece una simplificación. Yo hablo con un montón de gente de la Justicia que está de acuerdo con la presentación del Procurador (Rodolfo González) y lo que he hecho yo. Es más, creo que es la mayoría. Por lo tanto, lo veo como una diferencia sustancial entre un miembro de la Corte y tres que adhieren a su visión sobre prisión preventiva, y la posición de otros magistrados y el Ejecutivo. Creo que se va a ir resolviendo y que la discusión ha sido muy rica. La Corte de hecho ha suspendido la aplicación de esta sentencia para poder tratar la resolución del procurador. Estoy convencido de que los mendocinos quieren que las personas que cometan delitos graves o muy graves esperen su juzgamiento en prisión. Es el criterio de la inmensa mayoría, contra una minoría que considera que deben esperar la sentencia en libertad. Vamos a tratar de encontrar un punto en común y trabajaremos entre los tres poderes para la agilización de la Justicia y un mejor sistema de seguridad para los mendocinos. Ambas cosas van de la mano, porque la mayoría de los delitos son cometidos por reincidentes.

 

- Francisco Pérez le dejó una placa con su nombre en la Villa Deportiva ¿Qué piensa hacer?

Tiene una cosa simbólica fuerte que explica conductas pasadas, presentes y futuras. Los gobernadores tiene cuatro años de mandato y quieren pasar a la historia con algo. Eso se pregunta cada uno que se sienta en este sillón, pero la verdad que con un mandato como este y con un gasto tan tomado, donde el 60% se lo llevan los salarios, el 15% la copa, el 10% amortización de deuda, 9% subsidios transporte y educación, lo que queda para funcionar es poco.De hecho las grandes obras que se hicieron en una sola gestión fueron hace muchos años, como el Carrizal. Por ejemplo, Potrerillos se concretó en tres mandatos desde que se formuló el proyecto, se consiguió la financiación y se inauguró. Si le preguntás a los mendocinos quién lo hizo, creo que no lo deben tener muy claro entre Rodolfo Gabrielli, Roberto Iglesias o Arturo Lafalla. Buscar una obra emblemática, tiene que ser un tema fuerte, no ese berretín de buscar la obra que te trascienda. La Villa Olímpica yo la veo como eso y la placa es un símbolo de alguien que dice “yo voy a dejar esto”. Es un defecto de cómo ha estado funcionando el sistema político, en el que no se piensa en cómo la voy a mantener, con lo que cuesta mantener, por ejemplo, el Malvinas Argentinas. ¿Por qué pasa? Porque se ha ido al debate de qué voy a dejar yo en lugar de cómo voy a mantener lo bueno que hay. Nadie piensa que es más caro mantener un hospital que hacerlo. Nosotros la Villa Olímpica la vamos a tener que terminar, pero después hay que mantenerla buscándole usos. Si bien puede servir para espectáculos deportivos, tampoco es que hay una competencia alta en el lugar que lo sostenga. Por todo ello cuestionamos hacer una inversión pública sin saber para que se va a usar y discrepo en la oportunidad y conveniencia de gastar plata de los mendocinos para en esto. En Córdoba el Orfeo es un estadio como este, pero lo hizo un privado. Yo lo he discutido mucho públicamente, pero nadie agarró el guante. A esta oficina entra gente con unas ideas fantásticas y yo pregunto ¿cuánto sale? Todos tenemos ideas, pero hay que ver los proyectos y costos. Creo que en general hay muchas ideas y pocos proyectos accesibles. Por ejemplo, el gobierno anterior debatió semanas el teleférico o la biblioteca de El Pozo, porque copiaron la idea de Medellín. Pero no vieron que en Medellín se realizó una intervención generalizada, que hacer parches puede ser peor que el problema. Y después, también está el humo de decir que es la biblioteca más grande de Mendoza, cuando en los planos tiene menos metros cuadrados que la Mediateca Manuel Belgrano de Godoy Cruz y la biblioteca San Martín en Ciudad. Hay que buscar que los debates sean un poco más sensatos, aunque sea aburrido.

- ¿Que tan importante es para la provincia el porcentaje que se arregle en las próximas paritarias?

- Es importantísimo. Es el punto más importante. Una buena negociación es beneficiosa no para el Gobierno, sino para el conjunto de la ciudadanía. Tener una paritaria que se pueda pagar y que busque mejoras en el servicio que se ofrece. Que no sea una negociación entre dos sectores: gobierno - gremios. ¿Cuánto beneficia a alumnos, pacientes de hospital, al interés común? Ese es un debate que últimamente estuvo ausente. No me imagino una paritaria sin pensar en que las maestras puedan cumplir 180 días de clases y no faltar. Que la maestra frente al grado sea privilegiada. Las paritarias serán coordinadas por Dalmiro Garay (Ministro de Gobierno), pero cada ministro tiene que venir con proyectos que contemplen en el bien general. Hay que poner mucha inteligencia en eso. Me eligieron para mejorar la educación, no para llevarme bien con los gremios.

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