Cornejo buscó bajar tensiones con la Corte

Cornejo buscó bajar tensiones con la Corte

En el acto de asunción de José Valerio como miembro de la Suprema Corte, el Gobernador les pidió a los jueces del máximo tribunal colaboración para mejorar el servicio de justicia. 

Se expresó a favor de la persuasión para operar cambios, negando que sea su intención influir en la conducción del Poder Judicial de la Provincia.

La ocasión era el desembarco de José Virgilio Valerio en la Suprema Corte de Justicia.

La relación entre ese tribunal y Alfredo Cornejo no es la mejor desde el inicio del mandato y las tormentas son habituales, así que se esperaba que el gobernador llegara al palacio de Justicia con el “cuchillo entre los dientes” abordando todos y cada uno de los reproches que viene haciendo públicos. 

A lo mejor la expectativa era excesiva, tal vez eligió no increpar a los anfitriones en su casa; por el tono de voz conciliador que usó Cornejo pareció una visita cordial y hasta invitó a los magistrados a embarcarse en el cambio y sumarse al plan de austeridad y mejora de servicios que impulsa desde el Ejecutivo: “Lo quiero hacer en el Poder Judicial, con toda la buena gente y buenos funcionarios que hay en el Poder Judicial, lo quiero hacer con el Poder Judicial y no en contra del Poder Judicial”.

De todos modos, no sería Cornejo si todo hubieran sido rosas. El punto que arrancó aplausos de la platea política que estaba en el Salón de Actos  fue cuando pidió una sanción para la fiscal viajera Anabel Orozco; “estamos exigiendo a los docentes que no tomen licencias abusivas. Resulta difícil exigirle a un docente, si una fiscal se va a Brasil con un certificado trucho”.

Como se dijo, la ocasión era la jura y asunción de Valerio en la Corte, el juez que propuso Cornejo y que llegó con un amplio debate y en medio de acusaciones.

Un acto protocolar con sus rituales, con los agradecimientos de rigor a familia, amigos y aliados que ayudaron a llegar a ese momento. Así es que se esperaba que Cornejo fuera el momento de ruptura de tanta cordialidad.

Pero la verdad es que en la superficie, en las formas, el discurso del Mandatario fue una invitación a prestar un mejor servicio de justicia.

Recurrió a un argumento que ya usó en la asunción de otro funcionario judicial, el procurador de la Corte Alejandro Gullé: comparativamente el Estado gasta el doble de lo que gastaba hace 11 años, pero los servicios que presta son peores que hace 11 años.

“Cuando se lo ve al Poder Judicial no contextualizado, parece que hay un enfrentamiento. Quiero que se entienda claramente, si vamos a tener un conflicto que esté en el punto justo. El Estado en su conjunto tiene una prestación de servicios muy inferior a la que tenía hace una década atrás. Y es obligación de los dirigentes dar solución a esa problemática”.

La idea de enfrentamiento entre Ejecutivo y Judicial está presente hace meses y viene en alza. Ayer Cornejo eligió contextualizar y decir “me pongo adelante del problema; invito a todos a hacer esa autocrítica histórica y ponernos adelante del problema, con el afán de solucionarlo, no de pelearnos”.

Entonces pareció que Cornejo venía a hacer las paces: “Las peleas por sí mismas no tienen ningún sentido, como la pelea del poder, por el poder mismo, tampoco tiene ningún sentido. Lo tiene sólo si es para cambiar, el poder para producir cambios, hacia allí enfoco mi tarea de construcción de poder”.

Entonces recordó algunas notas periodísticas en las que se afirma que en la Corte se quiere poner coto al avance de Cornejo, de quién se dice “viene por todo”.

Cornejo respondió que “se ha dicho, algunos públicamente, otros aprovechándose del off, que el gobernador quiere manejar el Poder Judicial. Nada más alejado de eso. Si yo quisiese manejar el Poder Judicial, hubiese propuesto personas del riñón de la política de dónde yo provengo, pero no he hecho eso, he buscado funcionarios judiciales por los cuales tengo simpatía”. 

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