Luego de que la Inspección General de Seguridad pasara a pasiva a una decena de uniformados acusados de cobrar millones de pesos por servicios extraordinarios mientras debían estar trabajando en las comisarías, el Gobierno confirmó que no busca reemplazantes para sus puestos.

El pasado 21 de junio, el jefe de la Policía, Roberto Munives, junto al presidente de la Inspección General de Seguridad, Marcelo Puertas, dieron a conocer el resultado de una investigación realizada en el interior de la Fuerza. 

En primera instancia, informaron que cuatro comisarios generales fueron pasados a pasiva por cometer distintos delitos: desde el cobro mensual de más de 10 millones de pesos por servicios extraordinarios, pasando por la certificación de títulos universitarios apócrifos, hasta la pérdida de armas reglamentarias. A medida que avanzó la investigación, quedaron salpicados más inspectores, subcomisarios e, incluso, un oficial ayudante. 

Ante la consulta de si se reemplazarán estos puestos vacantes en la Policía de Mendoza, el ministro de Seguridad, Gianni Venier, sentenció: "El gobierno anterior nos llenó de comisarios generales. Puso mucho más generales de los que debía... de hecho, fue una observación que, oportunamente, le hicimos al exgobernador Francisco Pérez". "Por ahora, no hace falta reemplazar a nadie", aseveró. 

Detalló que, actualmente, la Policía cuenta con 35 comisarios generales y defendiendo la postura del gobierno de Alfredo Cornejo de no malgastar en recursos humanos, postuló: "En Córdoba se manejan sólo con 6 comisarios generales". 

Finalmente, sobre la posibilidad de que haya más policías involucrados en este tipo de irregularidades, deslizó: "Habría que preguntarle a la IGS. Lo que sí, estamos ante un Estado de Derecho, hecho cometido, hecho investigado. Apenas detectemos un hecho de irregularidad... lo investigaremos", finalizó.