Cooperativa enfrenta graves dificultades a causa de la mora

Después de varios meses en que las lluvias se hacen desear y los arroyos exhiben una marcada bajante, el agua comienza a ser tema de tratamiento cotidiano en varias localidades de la región.

 

El Territorio dialogó al respecto con Marcos Haser, de la Cooperativa de Servicios Públicos de Ruiz de Montoya, quien reconoció que “a pesar de que el consumo de agua fue de valores normales para esta época del año, los aumentos en los consumos fueron debido al uso de piscinas”.Pero lo más complicado es que “hay mucha mora, tenemos un promedio de tres meses”.

En ese sentido, preciso que los socios dejan pasar mucho tiempo entre el pago de una factura y otra y no asumen el compromiso de abonar el consumo de agua mes a mes como los otros servicios públicos, quizá porque no tienen en cuenta todos los procesos de análisis y estudios que conlleva que puedan abrir la canilla y acceder automáticamente al vital líquido.En Ruiz de Montoya, la cooperativa ofrece agua potable sólo para consumo humano, su servicio no alcanza a la zona productiva con asistencia para riego o para cría de animales.

“Nosotros extraemos el agua del arroyo Cuña Pirú y por ahora no tenemos dificultades, la toma está a cinco kilómetros de la planta potabilizadora”, explicó Haser.De esta forma, destacó que los inconvenientes se registran cuando “tenemos que cobrar las facturas los socios empezaron a entrar en mora y no se acercan a pagar el agua”, reconoció Haser.“Tenemos muchos gastos, entre ellos, la energía eléctrica, que tiene un costo elevado, y los insumos para potabilizar, que los pagamos en pesos, tienen valor dólar”, sostuvo el dirigente al manifestar la preocupación que esta situación les genera.

“Ante esto debemos elevar el costo del metro cúbico de agua”, expuso.A modo de ejemplo, Haser detalló que “una factura de 10 metros cúbicos tiene un costo de 810 pesos, eso incluye cuota de servicio y capitalización”.A su vez, con esa factura “los socios pueden aportar en forma voluntaria para los Bomberos Voluntarios de Ruiz de Montoya”.

La cooperativa tiene como consumo mínimo “10 metros cúbicos, que es el consumo promedio de una familia con cuatro integrantes viviendo en una casa”.El aumento del costo del metro cúbico fue la única manera que encontraron para mantener medianamente equilibradas las cuentas de la cooperativa.Pero actualmente los integrantes del Consejo de Administración empiezan a tener dificultades para afrontar sus obligaciones.“Nos cuesta pagar sueldos, aportes patronales, energía, insumos y nos esforzamos al máximo para cumplir con todo”, cerró. 

Comentá la nota