Coomarpes: “El convenio con Rusia es una puerta de esperanza”

Coomarpes: “El convenio con Rusia es una puerta de esperanza”

Así lo aseguró Rubén Burkaard, gerente de la cooperativa marplatense de harina de pescado, tras que acuerdo al que se arribó en el G20 que permitirá ampliar los mercados de exportación. El sector sufrió una fuerte baja este año por la inflación y la migración de los pesqueros al sur para la pesca del langostino.

Rubén Burkaard, gerente de la cooperativa marplatense Coomarpes, aseguró a El Marplatenseque el nuevo acuerdo firmado entre la Argentina y Rusia, en el marco del G20, para lograr una baja en el porcentaje de cadmio permitido en la harina de pescado, “es una nueva puertita de esperanza que se abre”, ya que posibilitará la apertura de nuevos mercados internacionales.

Hasta ahora, el convenio sanitario internacional homologado entre los dos países tiene establecido un nivel de cadmio de una parte por millón, un límite inalcanzable para la calidad de harina de pescado que se produce en Mar del Plata. “El cadmio es un metal pesado que se acumula en las vísceras del pescado. Al hacer acá la harina sin el músculo, el porcentaje de cadmio es más alto que el de otras harinas, como las de Perú, que se hacen con el pescado entero. Entonces, el porcentaje que tienen esas harinas, es difícil de lograr”, explicó.

Este límite porcentual también impide la exportación del producto local a otras plazas internacionales como Europa y China, por lo las empresas marplatenses plantearon al Gobierno la necesidad de que se establezca un porcentaje de cadmio específico para este tipo de harinas, “hechas con descartes, con los restos del filet”.

“Tuvo buena recepción políticamente, pero todavía no se plasmó en una modificación.Faltaría que se avance con el tema. Esperemos que se pueda implementar en el corto plazo porque abrir mercados es muy necesario para las Pymes y, sobre todo, para nuestro sector, que cumple una función recicladora social, tratando de buscarle una solución al descarte del pescado”, sostuvo Burkaard.

China es el principal importador de harina de pescado del mundo, acaparando el 70% del mercado internacional. “Rusia también es un mercado interesante. Cuanto más mercados se logren abrir, se pueden lograr mejores precios y es mejor para el país, por el ingreso de divisas“, agregó el cooperativista.

Burkaard también destacó la importancia de la apertura de nuevos mercados para lograr la recuperación de la producción del sector en el Puerto local, que sufrió una fuerte baja este año por la migración de los barcos hacia el sur, para la pesca del langostino, que resulta más rentable que la merluza. “El sector está muy castigado por la baja de volumen. Y si a eso le sumamos que nos van sacando los mercados, realmente se va a complicar el tema en el futuro”, afirmó.

“Realmente fue un año muy difícil, complicado. El tema acá es cómo van a evolucionar los costos a futuro. Porque si se sigue con esta inflación, el tema se hace muy complejo. Como tenemos que ir sí o sí a exportar, tenemos que tener valores competitivos sino vamos a estar muy complicados. En la medida que uno va abriendo mercados, tiene la posibilidad de ir mejorando los precios”, concluyó.

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