Un convoy ruso de 280 camiones, detenido en la frontera ucraniana

Partió de Moscú con ayuda humanitaria para los prorrusos del este de Ucrania. Pero Kiev sospecha que envía armas.

Rusia envió ayer un convoy de 280 camiones con ayuda humanitaria para el este de Ucrania y el gobierno en Kiev indicó que no permitirá que ingrese al país sin la supervisión de la Cruz Roja, mientras el Parlamento ucraniano aprobó un paquete de sanciones contra Moscú. “No permitiremos el paso de ningún convoy ruso en nuestro territorio”, afirmó el vicejefe de la oficina presidencial, Valeri Chaly. “Todo ingreso no autorizado al territorio ucraniano será considerado un acto de agresión ”, añadió.

El funcionario dijo que los medicamentos y alimentos deberán ser descargados en la frontera e ingresar al país en un camión de la Cruz Roja, aunque no explicó cómo haría la organización internacional para tener lista tal cantidad de medios de transporte en la zona.

De todas formas, el ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, dijo que Ucrania desistió de esa demanda porque haría que la iniciativa humanitaria fuera “más complicada y más cara”. Lavrov indicó asimismo que Moscú aceptó que en el convoy viajen representantes de la Cruz Roja, de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa y del gobierno de Kiev.

Andrei Lyssenko, del Consejo de Seguridad Nacional ucraniano, acusó al gobierno ruso de querer ingresar armas de contrabando al país. El gobierno de Ucrania cree que Moscú utiliza la ayuda humanitaria como pretexto para hacerles llegar armas a los rebeldes separatistas en el este del país.

Los camiones blancos, que llevan la bandera de Moscú, abandonaron en una larga fila la capital. La carga es de 2.000 toneladas de productos, indicó la información rusa. Kiev había subrayado el lunes que sólo permitiría una operación bajo el paraguas del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

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