La convivencia platense del PRO y el radicalismo

La convivencia platense del PRO y el radicalismo

El intendente electo Julio Garro tiene adentro de Cambiemos a todos los sectores del radicalismo, los cuales, a su vez, tienen internas. El reparto en el Ejecutivo y cómo será la conducción del HCD.

“El radicalismo siempre pide más”. Así resumió un hombre de la nueva coalición Cambiemos que gobernará La Plata a partir del 10 de diciembre, luego de 24 años de peronismo.

La cuestión no llega a constituir ninguna tensión, pero sí un diálogo con cierta fricción en la estructuración del equipo de Gobierno y, sobre todo, en el Concejo Deliberante.

La decisión de poner al frente del cuerpo al joven Fernando Ponce, hombre de Jorge Macri, generó chisporroteos internos. Pero el intendente electo, Julio Garro, se encargó de apagarlos. El decidió que debía ser Ponce. Y se acabó la discusión. Pero algunas cenizas quedaron.

El tema pasa porque el radicalismo que está dentro de Cambiemos, a su vez, tiene dos líneas internas. Una pretendía a Claudio Frangul como presidente del Concejo, por su experiencia. Esta corriente es la más cercana a Ernesto Sanz y con diálogo más fluido con el PRO.

La otra quería mayor protagonismo para “Juanjo” Cardozo, hombre del alfonsinista Miguel Bazze. Este espacio también tendrá otro edil: Guillermo Ronga.

Incluso del armado del Ejecutivo otros sectores del radicalismo han ganado cierto espacio, sobre todo los que se referencian con Javier Quinterno, más cerca de Sanz que de Bazze, y el ex lilito Javier Mor Roig. Este, probablemente, sea el secretario de Gobierno de Garro. El intendente escucha a este grupo, y también a Oscar Negrelli, otro ex radical. Pero con Ponce demostró que decide él.

El alcalde electo optó, de este modo, por tomar distancia de José Arteaga, su ex oponente del massismo, pero con quien mantenía buen diálogo. “Joserra” podría ser un potencial rival por su conocimiento de la ciudad y el grado de instalación. Quizás por ello es que no tendrá ningún cargo importante en la conducción del Concejo.

Quién sí es muy probable que figure entre las autoridades es el nuevo aliado de Cambiemos, el ahora vecinalista Gerardo Jazmín. Para un puesto administrativo, tal vez el secretario de la presidencia, se nombra al radical Fernando Gando.

De este modo “cobrará” Sergio Panella, ya que es un hombre de su riñón. Al “Flaco” se le vence el mandato. Aunque se estima que el ex diputado también tendrá otro espacio dentro del Ejecutivo.

El radical que rumbeará para otros horizontes es Claudio Pérez Irigoyen, quien cimentó una relación de respeto con Garro pero no formará parte de su gobierno, ya que integrará el equipo de Vidal en territorio bonaerense.

Por ahora, la convivencia del PRO con el radicalismo tiene las fricciones lógicas de los integrantes de la pareja que comenzarán a vivir juntos.

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