Un grupo de vecinos erradicó un enorme basural para convertirlo en una pintoresca plaza, que por estos días disfrutan cientos de niños de la zona de Quilmes Oeste.

  Todo surgió en las ganas y la voluntad de un vecino del barrio Bella Vista, que desde hacía tiempo tenía la idea que, al cumplir sus 50 años, iba a trabajar para dejarle algo a sus vecinos.

  Fue así que se le ocurrió convertir un viejo basural de la calle Troilo (ex Otamendi) y Ayolas, en una plaza. La idea se elaboraba en su imaginación todos los días, hasta que se la hizo saber a otras personas del barrio, quienes le dieron el impulso necesario y comenzaron a trabajar el proyecto a principios del año pasado.

  Primero, Claudio Ponce convenció a Daniel Ramírez, a Walter Santillán y a Omar Ponce en que podía ser posible y así cumplir el sueño.

  Se eligió el espacio verde, lindante por varias cuadras con el paredón de una conocida fábrica de cerámicas y comenzaron los trabajos.

  Se dió aviso a la Comuna, para luego iniciar la limpieza. Se cortó el pasto, se blanquearon los paredones con la donación de la pintura de un comercio de la zona para luego conseguir los caños y delimitar el nuevo espacio público de la calle.

  En su momento y por intermdio de la gestión anterior, se habían coseguido las luminarias y los materiales para que otro vecino fabrique los juegos, pero nada más. 

  Un carpintero hizo los bancos y hasta se donó el mástil en el que se colocó una vieja Bandera Argentina que consiguieron en una institución de la zona que la había reemplazado, como para ir sumando a este sueño de la plaza propia, la cual alberga a chicos de más de 20 manzanas a la redonda, donde no tienen un espacio verde.

  "Los chicos en todos estos barrios no tienen ni una plaza", comentó Ponce, quien explicó que "es por eso que los fines de semana se llena de gente e incluso los pibes hacen fila para poder usar los juegos".

  Todos los vecinos se comprometieron a cuidar "su" lugar y es por eso que el predio se encuentra en perfectas condiciones, "porque nosotros mismos lo cuidamos". En tanto, contó: "hay un enorme paredón en donde un muralista que así lo quiera, pueda realizar su obra con los materiales que nosotros mismos conseguiremos", explicaron orgullosos los vecinos invitando a los artistas.

  La idea de ampliarlo siempre está presente y trabajan para ello, pero lamentablemente les faltan materiales para poder expandirse: "ya hicimos, incluso, una hamaca para chicos con capacidad reducida de movilidad".

  Ponce aprovechó la visita de EL SOL a la zona y pidió ayuda "a la Municipalidad (para colocar una luminaria), a algún concejal que se ocupe de los barrios e incluso a las propias empresas locales, para que donen juegos u otros elementos para poder seguir ofreciéndole un digno lugar a los chicos e incluso para las familias que se acercan y pasan la tarde, con mate de por medio, disfrutando de este nuevo lugar".

  "Los vecinos trabajamos mucho en este proyecto. Ahora esperemos la colaboración de las instituciones", cerró.