Contrato con PAE: un debate interrumpido que vuelve a instalarse

Contrato con PAE: un debate interrumpido que vuelve a instalarse
El sábado 11 de agosto de 2007, Fernando “Pino” Solanas encabezaba en el subsuelo de la Cámara de Comercio un debate donde el foco de la cuestión serían las concesiones petroleras, con la firma del convenio chubutense con PAE celebrado meses antes, y varias renegociaciones santacruceñas en el porvenir inmediato. El mismo fue interrumpido por una bomba de estruendo, iniciando los mismos cruces y acusaciones que vuelven a estar vigentes hoy, con la investigación por sobornos.

El ex gobernador santacruceño Sergio Acevedo era otro de los referentes del panel que se completaba con el titular del radicalismo nacional, Gerardo Morales, y Gustavo Menna, por el sector crítico y anfitrión en la jornada, denominada “foro en defensa del petróleo”. También participarían del debate los por entonces secretario provincial de Hidrocarburos, Sergio Bohe, y el titular de Petrominera, Néstor Di Pierro, hoy intendente de Comodoro.

Sin embargo, el ingreso de una columna de trabajadores petroleros encabezados por su secretario general, Mario Mansilla, fue seguido de detonaciones de varias bombas de estruendo que desataron una serie de disturbios y caos que –literalmente a las piñas- pusieron fin al debate que apenas comenzaba.

Es que luego de que hablaran los primeros cinco disertantes, que fueron abucheados en reiteradas oportunidades, llegó el turno de Morales y cuando se acercaba al final de sus 7 minutos, detonó una bomba de estruendo arrojada justo en la puerta de acceso al salón del subsuelo causando pánico y tumulto, dada la nula visibilidad ocasionada.

Una mujer de 50 años cayó al piso producto de las heridas que le causaron las esquirlas del artefacto explosivo y, paralelamente, las corridas del público presente convirtieron al salón en un verdadero desastre, seguido de los forcejeos entre militantes, en su mayoría identificados con la UCR, quienes repudiaban la actitud de los petroleros, al considerar que ellos habían sido quienes arrojaron el explosivo.

Mientras todo esto se desarrollaba, desde un lateral Pino Solanas filmaba cuanto ocurría en el salón cubierto de humo, donde dirigentes políticos se insultaban y echaban la culpa de los incidentes mutuamente.

Según el sector al que se le preguntara, surgía entonces un responsable diferente por los disturbios de ese mediodía que arrojó incluso personas heridas. Para los organizadores, los responsables directos fueron justamente los petroleros, que respaldaban el convenio de PAE, aunque estos rechazaron haber iniciado el conflicto.

EL ESCANDALO

“Irrumpieron en el acto insultando, queriendo trompear a la gente”, relató Solanas a un cronista de Página 12, dado que la situación ameritó cobertura nacional, y ante quienes el actual diputado nacional calificó como “matones” a los gremialistas involucrados en los incidentes, acusando además a la cúpula del PJ de tener responsabilidad en el escándalo.

Mario Mansilla rechazó la acusación, argumentando que él “estaba adelante y eso ocurrió en el fondo”, mientras que para Néstor Di Pierro “todo fue armado por la UCR y forma parte del juego político que ha instalado en esta provincia”. El actual intendente se defendía así de quienes lo habían acusado de “encabezar la patota que interrumpió por la fuerza y con violencia el debate sobre los contratos con Pan American Energy”.

Desde el PJ, en tanto, se convocó a una urgente conferencia de prensa para repudiar los sucesos, lamentando no poder explicar detalladamente “las conveniencias de lo acordado para la provincia”.

Así quedó trunco un debate que muchos esperan todavía y que cobra nuevos bríos hoy al ritmo de la investigación de índole mercantil que lleva a cabo la Bolsa de Valores norteamericana y las judiciales que inicia el gobierno provincial.

EL FUS EN CONTRA

La situación reactivó posturas ya planteadas entonces, como la de la UCR que convocó a conferencia de prensa el martes para recordarla, añadiendo una posible denuncia, mientras que desde el Frente Unidad Sur (FUS) se reafirmó el rechazo a todos los acuerdos de explotación de recursos naturales firmados por el gobierno.

Fue mediante un comunicado de prensa en el que subrayan que “el contrato con PAE es un monumento a la corrupción” y aseguran que fue “diseñado” en la oficina del ministro de Planificación, Julio De Vido, y que los gobernadores Mario Das Neves y Daniel Peralta fueron los encargados de realizar las maniobras necesarias para que las legislaturas de Chubut y Santa Cruz lo aprobaran. También cuestionan las “vergonzosas ventajas” que el mismo concedía a Pan American Energy perjudicando a la provincia, recordando que su texto nunca fue difundido ni sometido a la opinión pública.

“Entonces, la “autodenuncia” de la British Petroleum no sorprende. Más bien, refuerza la lectura que muchos hicieron en ese momento, cuando se preguntaban ‘¿cómo puede haber personas dispuestas a burlar con tanta alevosía los intereses del pueblo?’”, plantea el FUS, extendiendo los cuestionamientos a los restantes contratos petroleros rubricados en los últimos tiempos.

A todo esto, el ministro De Vido emitió ayer un nuevo comunicado en el que además de recordar que el contrato en cuestión fue rubricado por el ex gobernador Mario Das Neves, acusa al grupo Clarín y puntualmente al periodista Marcelo Bonelli de ejercer hostigamiento desde su asunción como funcionario nacional.

“Objetivamente, el ministerio a mi cargo no intervino en la negociación ni tramitación de este tema porque es materia de competencia de la provincia de Chubut, titular del yacimiento, en ese momento a cargo del diputado del Frente Renovador, Mario Das Neves”, sostiene el funcionario, rechazando en consecuencia cualquier participación en la redacción del acuerdo.

En lo que respecta al diario Clarín, el titular de Planificación señaló: “que el señor Bonelli continúe con esta verdadera campaña de difamación y mentiras, que seguiremos rebatiéndolas una a una, demostrando que sus acusaciones contra mi persona son falsas como lo hemos hecho al explicar con toda claridad que el Ministerio de Planificación no ‘autorizó’ en ningún aspecto esa prórroga dado que no tenía facultades para hacerlo”.

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