La comercialización de las transmisiones de las carreras del Hipódromo de La Plata es potencialmente uno de los negocios más importantes que esta entidad podría desarrollar no solo internamente, sino a nivel internacional por el interés que suscitan en el resto del mundo los caballos argentinos y fundamentalmente porque la pista provincial permite que compitan más de 15 corredores, algo poco común en otros escenarios.

El contrato con el Club Hípico de Concepción habilita S.A. habilita la distribución de la señal satelital que genera el Hipódromo de la capital provincial y transmitirlo en las agencia "Teletrak" de Chile, abonando una comisión del 3% sobre las ventas de esa señal.

Dispone que la cancelación de esa comisión será "en dólares estadounidenses", aclarando que "El Hipódromo de La Plata entregará recibo suficiente de la recepción de tales dinero, con la indicación al concepto que corresponde".

En principio ninguna irregularidad se desprende de las cláusulas del acuerdo, que tiene como representante local a Gabriel Maidana, entonces subdministrador general de la entidad y a Verónica Sánchez y Ricardo Ayllon Brito, como referentes del Club Hípico.

Sin embargo y a pesar de la vigencia del contrato durante por lo menos dos años, no existe registro en la contabilidad del Hipódromo del ingreso de dinero proveniente del pago de la comisión por venta de la señal, que arrojó un promedio de 35 mil dólares mensuales, que fueron entregados regularmente en efectivo según afirman en la entidad chilena.

El encargado de recibir ese monto, era precisamente quien estampó la firma en el contrato, el subadministrador Maidana, que además entregaba los correspondiente recibos, tal como estaba fijado en una de las cláusulas del acuerdo, que además no estipula una fecha de duración, sino que habilita la posibilidad de que cualquiera de las partes lo rescinda unilateralmente sin necesidad de indemnización alguna.

Con el cambio de gobierno el contrato se canceló sin previo aviso y los representantes del país vecino elevaron un reclamo a las autoridades del Instituto de Lotería y Casinos que asumieron en diciembre de 2015, por lo que Eugenio Melitón López decidió darle continuidad al acuerdo con una contratación más formal.

La misma se inició el 2 de febrero de 2016 a través del expediente 2319/17777/2016, que sin embargo da cuenta de solo un movimiento desde la Dirección Jurídico Legal que envió el trámite hacia la mesa de entradas, la cual a su vez, lo devolvió caratulado al día siguiente sin que se vuelva a registrar movimiento.

Se desprende de esta situación que el dinero percibido desde la firma del contrato, aún si hubiera quedado en el Hipódromo de La Plata, se cobró en negro y que la nueva gestión está al tanto de cómo funcionaba este mecanismo de comercialización, a pesar de lo cual no hubo sanciones ni se abrió un sumario administrativo para determinar las responsabilidades.

Tampoco la salida de Melitón López cambió la situación y Lanusse prefirió dejar las cosas como estaban a su llegada, fundamentalmente por la continuidad del esquema de funcionarios tanto en el Instituto como en el Hipódromo, que responden directamente al empresario Francisco de Narváez y a su aliado político el ministro de Justicia Gustavo Ferrari, quienes realmente tendrían el control de la entidad.

Fuentes hípicas platenses afirman que la señal "se sigue comercializando a Chile y tenemos la sospecha de que lo mismo ocurre en otros hipódromos y casas de apuestas de otros países, sin que existan registros de esos movimientos", lo que sería posible gracias a la tercerización de la señal que transmite las carreras, proceso iniciado durante el gobierno de Daniel Scioli y continuado en la administración de María Eugenia Vidal.