Continúa en la mira la calidad del reencarpetado de calle San Martín

Continúa en la mira la calidad del reencarpetado de calle San Martín

La calidad de terminación de la obra realizada por personal municipal y ciertas cuestiones de diseño no aparecen como las más adecuadas.

La expresión que más se ajusta al reencarpetamiento realizado en las últimas semanas por el municipio en la segunda cuadra de calle San Martín es: "lo terminaron con los dientes", dicho por un ocasional paseante.

Quizá la apreciación suene exagerada, pero no deja de contar con varios adherentes entre quienes cada día transitan por el lugar y prestan atención a las tareas allí realizadas por el municipio, con mano de obra propia y maquinarias adquiridas al Banco Nación.

Las observaciones refieren a la calidad de terminación de la obra y a ciertas cuestiones de diseño que no parecen las más adecuadas, al punto que ya se advierten algunas situaciones de desgranado o falta del tomado de juntas.

El subsecretario municipal de Proyectos y Obras, ingeniero Alejandro Meneses, aseguró a “La Nueva.” que el trabajo "quedó en condiciones" y que, desde el punto de vista técnico, "no tiene serias observaciones".

Incluso mencionó que se debe valorizar como "una mejora de lo existente" y por haber sido realizado por el municipio.

En términos similares se manifestó el subsecretario de Mantenimiento, ingeniero industrial Daniel Carbone, al explicar que la intervención pretende dejar en mejores condiciones de “transitabilidad” las calles que hoy se detectan en mal estado.

Qué se hizo

Los trabajos incluyeron la remoción de la carpeta existente, un fresado y la ejecución de una carpeta nueva, de entre 4 y 5 centímetros de espesor.

Como particularidad se destaca que la misma no se llevó, en uno de sus laterales, hasta el cordón cuneta, terminada con una leve pendiente hacia la carpeta preexistente. La justificación dada por los profesionales del municipio sobre esta resolución técnica fue que esa franja de poco más de un metro donde no se intervino "estaba en buen estado".

El resultado es un sobreborde muy expuesto a la rotura por el importante tráfico (ya se advierte ese efecto) y una diferencia de nivel en la calzada.

También se construyó en hormigón armado el sector donde se ubica la parada de ómnibus, a pocos metros de Belgrano, considerando que el asfalto no tiene la resistencia adecuada para soportar el peso y constante frenado y arranque de los coches.

Ese trabajo también tiene desprolijidades, tanto en su terminación superficial como en sus juntas, las cuales aparecen con un llamativo "vivoreo" en su traza y una gran variedad en su espesor. El tomado de las juntas aparece también con deficiencias, dejándolas expuestas a que acumulen materiales que impidan su adecuado funcionamiento.

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