Se contactarán con los afectados y entregarán chapas de cartón o elementos con lo que podrán instalar sus casas y tener una vida digna.

Las familias que debieron abandonar sus viviendas por los efectos de la crecida están volviendo lentamente, aunque en muchos casos sufrieron tremendos deterioros que dificultarán el regreso.

Desde la Municipalidad de Corrientes informaron que contemplarán ayudar con materiales a aquellas personas que sufrieron daños severos en sus casillas.

"Se están realizando operativos de asistencia técnica y desde el área de infraestructura se está verificando el estado en los barrios Itatí, Santa Marta, Caridi, Quinta Ferré, Arazaty", manifestó en diálogo con EL LIBERTADOR, Daniel Flores, secretario de Infraestructura de la Comuna capitalina.

Agregó que "pudimos ver que hay muchas casas que todavía están con mucha humedad, así que se deberá esperar que se sequen las paredes y también el barro", sostuvo.

Mencionó que hay casos en que se tendrá que reponer las aperturas que fueron rotas para sacar los artículos del interior y salvarlos del agua.

"Vamos a acompañar en ese proceso y realizar aportes para la recuperación, en la medida que podamos hacerlo", indicó.

Más allá de estas cuestiones, Flores señaló que hay seis o siete familias que tuvieron severos perjuicios y a quienes se les entregará materiales para rearmar sus viviendas.

"Desde el área municipal que se encarga de la asistencia, nos pasaron un relevamiento y advertimos los casos más extremos, que son hogares que fueron totalmente deteriorados por los efectos del agua", dijo Flores.

Así señaló que se contactarán con los afectados y entregarán chapas de cartón o elementos con lo que podrán instalar sus casas y tener una vida digna.

"La semana que viene será la etapa de trabajo más intensa, tanto en la zona Norte como la zona Sur", indicó.

Advierten que la problemática requiere una solución de fondo

Desde la Municipalidad de la Ciudad de Corrientes, señalaron que se trata de una situación que tiene un trasfondo social muy fuerte, ya que en muchos casos fueron grupos que se fueron asentando por cercanía del río, que es su materia prima para el trabajo, teniendo en cuenta que muchos de ellos viven del obraje o de la pesca.

"Se podría pensar en un plan para su traslado, pero sería algo que se tendría que hacer en conjunto con la Provincia", indicó.