Los contactos reservados por si el PJ no gana en primera vuelta

Los contactos reservados por si el PJ no gana en primera vuelta

Un llamado de Scioli a De la Sota, los sondeos del kirchnerismo al massismo y las conversaciones entre Macri y el hombre de Tigre agitan la campaña a sólo 49 días de las elecciones

Sergio Massa asegura que es el único de los tres principales candidatos presidenciales que creció al menos algo en las encuestas desde las PASO respecto de sus competidores Mauricio Macri y Daniel Scioli, y que tiene además posibilidades de crecer mucho más. El diputado del Frente Renovador sabe que se convirtió en una especie de árbitro de una elección presidencial que hoy parece que se definirá en un ballottage, según indican la mayoría de los sondeos. "Voy a jugar hasta la última pelota de este partido", dijo Massa después de una intensa gira por el Norte y niega que haya acordado con Macri un eventual respaldo después del 25 de octubre. Para el ex intendente de Tigre, no está cerrado el escenario electoral y por eso no quiere acordar nada.

 

Pero el dato político más relevante de las últimas horas, que los protagonistas negarán por razones políticas pero que fuentes de primera línea confirmaron a Infobae, es que no sólo Macri se guardó sus objeciones y se acercó a Massa: Scioli le habría pedido una reunión reservada al gobernador José Manuel de la Sota, principal aliado político de Massa, para conversar del futuro. También lo hizo en nombre del peronismo que apoya al gobernador bonaerense su par de San Juan, José Luis Gioja, quien también se habría comunicado con De la Sota para conversar con él y también con Massa. Según fuentes del frente Unidos por una Nueva Alternativa (UNA) -la alianza para una nueva Argentina que sellaron el gobernador cordobés y el diputado del Frente Renovador- el llamado de Scioli a De la Sota fue para pedir una reunión. La respuesta del cordobés habría sido: "Si quieren hablar con UNA también tienen que llamarlo a Sergio. Lo veo el fin de semana".

 

Gioja, que forma parte de la liga de gobernadores que apoyan a Scioli y quieren para la nueva etapa de la Argentina un perfil más peronista que kirchnerista, planteó algo parecido a lo de Scioli. En esa conversación, De la Sota le habría dicho a su par sanjuanino, con quien conserva buena relación como lo hace con todos los peronistas, que Massa y él estaban por ir a un acto en Jujuy con Gerardo Morales, senador radical y candidato a gobernador por Cambiemos. "Estamos empujando el triunfo de los que creemos que tienen que ganar", dijo un dirigente del massismo que estaba en el lugar.

"SI QUIEREN HABLAR CON UNA TAMBIÉN TIENEN QUE LLAMARLO A SERGIO", AVISÓ DE LA SOTA AL KIRCHNERISMO

 

Scioli nunca quiso quemar los puentes con ningún sector del PJ. Por esa razón no habría obstáculos para buscar acercamientos por lo menos con De la Sota. ¿El objetivo? Tener apoyos del PJ no kirchnerista para una posible segunda vuelta.

 

El peronismo no quiere irse del poder, y como ya piensa que puede darse el escenario de segunda vuelta, ya comenzó a alentar algunos contactos informales para contener el voto de Massa y frustrar un acuerdo del ex intendente de Tigre con Macri.

 

Hoy parece difícil que se concrete esa reunión por la dimensión política que puede tener sobre todo para Scioli frente al kirchnerismo que detesta a Massa. Desde que el intendente de Tigre renunció a la jefatura de Gabinete, luego enfrentó al kirchnerismo y le ganó en las urnas, se convirtió en hombre más detestado en la Casa Rosada. Scioli siempre se cuidó de no criticarlo ferozmente como lo ha hecho, por ejemplo, su candidato a gobernador y jefe de Gabinete, Aníbal Fernández.

 

Existe también una férrea decisión de Massa de mantenerse hasta el domingo 26 de octubre ajeno a negociaciones reservadas, tanto con Scioli como con Macri, para hacer un acuerdo político frente a un eventual balotaje. No quiere asociarse con ninguno, hasta por cuestiones personales.

 

El diputado del Frente Renovador también sospecha que el sciolismo quiere quebrar su alianza con De la Sota en busca de los votos que le falta a su jefe político para lograr superar los ocho puntos que le lleva a Macri, subir esa diferencia a más de 10 y ganar en primera vuelta. El dato es que Scioli ya conversó con el sucesor de De la Sota, Juan Schiaretti y piensa en afianzar esa relación.

Los gobernadores del PJ está preocupados, como así también intendentes del conurbano, porque entienden que Scioli no ha logrado aún despegar lo suficiente para asegurarles un triunfo en primera vuelta. Y si hay algo que el peronismo huele bien es la derrota y nunca está dispuesto a perder poder, a resignarse, nunca.

 

Massa y De la Sota casi pasaron el fin de semana juntos. Estuvieron el sábado en Río Cuarto y hoy compartirán un acto con cinco mil jubilados en Córdoba capital, como una muestra más de que la alianza política está intacta, al menos para el massimo es una señal de fortaleza. No existieron hasta ahora más contactos, ni Scioli llamó a Massa y por ahora en el sciolismo aseguran que no existe ninguna posibilidad que ocurra.

 

Scioli y Massa estuvieron a punto de acordar en 2013 y parecía que Scioli iba a romper con el kirchnerismo, cuestión que se frustró a último momento. Estaba el acuerdo plasmado en un papel escrito que un funcionario aún guarda de recuerdo, pero Scioli decidió no abandonar a los Kirchner. Su apuesta fue siempre estar donde está hoy, consagrado como el único candidato del oficialismo. "El único que ganaba con esa jugada era Sergio, yDaniel podía perder todo. Los hechos muestran que no se equivocó, porque su construcción política nunca se basó en la pelea", recordó hace poco un amigo y funcionario del gobernador.

 

Macri conoció en las últimas dos semanas un Massa que desconocía desde que el escándalo político que desataron las elecciones de Tucumán los hizo juntarse en público por primera vez. Hasta una de las personas que más conoce a Macri lo cargaba por los recurrentes chats de Blackberry que mantuvo el jefe de Gobierno porteño con el diputado del Frente Renovador. En su momento, antes de las elecciones porteñas, Macri había dado la orden de que nadie hablara con Massa que siempre quiso respaldar, aún sin hacerlo público, la candidatura a jefa de Gobierno porteño de Gabriela Michetti.

MASSA YA AVISÓ: "PRIMERO QUE ME TRAIGAN LA LISTA DE LOS QUE VAN A METER PRESOS POR CORRUPCIÓN"

 

En el entorno de Macri están convencidos de que ahora necesitan los votos del massismo, además de juntarse para reclamar la transparencia del sistema electoral. Macri también como Scioli piensa que al menos no está descartada la segunda vuelta, y por esa razón quiere afianzar su relación con Massa para conseguir su apoyo si hay balotaje contra Scioli.

 

Massa dice y jura que no acordó nada más que sumar esfuerzos para la fiscalización. "Yo sigo mi campaña con propuestas y no me importa lo que haga Macri ni lo que haga Scioli", dijo ayer durante una reunión informal con sus hombres de confianza. El martes próximo la oposición dará a conocer un documento en el que se explicará la estrategia conjunta frente a la fiscalización de las elecciones. El armado estuvo a cargo de un equipo legislativo con representantes de todos los sectores Graciela Camaño (por UNA), Patricia Bullrich (por Cambiemos), Omar Duclos (por el frente Progresistas de Margarita Stolbizer), y Luis Lusquiños (por el sector de Rodríguez Saá).

 

Hubo una decisión de que sean los líderes parlamentarios de todos los sectores los encargados de unificar posturas y sacar a los candidatos presidenciales. Massa y Margarita Stolbizer habían hablado sobre la necesidad de que el tema no sea copado por las instrucciones de Durán Barba, el asesor ecuatoriano estrella de Macri, ni tampoco que el propio jefe de gobierno porteño lidere la movida política.

 

Para Massa es muy difícil que pueda llegar a hacer un acuerdo con Scioli. "Primero que me traigan la lista de los que van a meter presos por corrupción", suele decir cuando alguien lo consulta sobre el tema. En el fondo,para Massa es muy tarde para tender puentes con el sciolismo. No olvida que a su casa entró a robar en 2013, en plena campaña, un oficial de la Prefectura y disparó una pistola con un silenciador y se llevó una caja fuerte con pendrives con datos sobre el paso de Massa por la gestión pública, entre otras cosas. El candidato presidencial de UNA sigue convencido de la mano el oficialismo detrás de eso. Por eso y porque cree que hicieron todo para "matarlo" electoralmente, ve difícil un acercamiento con el gobernador.

Este martes la oposición presentará su acuerdo para fiscalizar las elecciones presidencialesDYN

Con Macri, más allá de que vencieron las barreras anteriores y hoy comparten al menos la estrategia común para la fiscalización de las elecciones, tiene muchas reservas sobre su figura política. "Carrió me dijo narcotraficante y es aliada de Macri, además el se cansó de ningunearnos. Unos entraron a mi casa y otros me inventaron campañas sucias", dijo hace poco el diputado, que no olvida tampoco los desprecios públicos y privados que le hizo el jefe de gobierno porteño.

 

La apuesta de Massa es él mismo. Su desafío es trasladar sus altos índices de imagen positiva en votos, para poder descontar puntos frente a Macri y entrar en el balotaje.

 

Y frente a los primeros sondeos secretos sobre las estrategias frente a una potencial segunda vuelta electoral, su única respuesta es que hasta el 26 pensará en las elecciones. La decisión hoy de Massa es que podrá hacer acuerdo por metas de gobierno con Macri y Scioli. Si piensa en las personas, no acordaría con ninguno porque según él le hicieron mucho daño.

 

Massa siempre dice que mantener su convicción de ser candidato es su fortaleza, tiene 43 años y una carrera política por delante. En privado y en público sostiene que sus competidores están más complicados: Macri si pierde se iría a vivir afuera con Juliana, su esposa, y su hija Antonia. Y sobre Scioli afirma que esta es su única oportunidad, porque si lleva al peronismo a la derrota es el final de su carrera política.

 

Si el 25 de octubre se cuentan los votos y hay segunda vuelta, habrá que ver que hacen al final los tres hombres que hoy se disputan la presidencia para alcanzar su objetivo.

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