Durante dos años, la implementación del programa nacional Precios Cuidados para determinados productos, entre ellos los materiales de construcción, permitió, a quienes invertían su dinero en una casa, hacerlo sin demasiado aumento en los insumos. Sin embargo, la discontinuidad del rubro a principios de enero produjo una actualización en los precios, que aumentaron más del 50% en promedio en un año, alcanzando hasta el 70% para casos particulares.

Teniendo en cuenta que entre el comienzo del programa –a principios de 2014– hasta su extensión, por los buenos resultados, en marzo de 2015, los materiales incluidos habían aumentado solamente entre 4% y 12%. Pero hoy el incremento en los precios es aún más notorio para aquellos que comenzaron la construcción durante el último año.

Mientras estuvo activo en la provincia, se adhirieron a Precios Cuidados 20 firmas reconocidas con una lista de productos que superaba la centena con una actualización controlada de los precios cada tres meses.

Desde que se discontinuó el rubro, los materiales básicos para las distintas etapas de la construcción –cal, cemento, cerámica, pegamento impermeable, hierro o membrana– aumentaron exorbitantemente sus precios. En algunos casos, la suba fue cercana al 30%, en otros al 40%; pero, en promedio, el alza ronda el 50%.

Además, en otros productos como el pegamento impermeable para porcelanato o los tanques de agua para 1.100 litros se alcanzó o superó el 70%.

En las empresas analizaron el funcionamiento del programa con distintos matices. Algunos lo vieron como algo positivo, como un "acompañamiento a las buenas intenciones del Estado", mientras otros lo hicieron por sentirse "obligados" por el Gobierno.

Diego Pérez Colman, gerente general de Hipercerámico SA, explicó que percibieron que en el consumidor acusó un efecto de confianza y de reconocimiento.

Por otra parte, uno de los dueños de una reconocida firma que prefirió mantener el anonimato por temor a represalias aseguró: "Recibíamos inspecciones todo el tiempo y si te faltaba un producto, tenías que tener la factura de que ya habías pedido la mercadería o un mail de la empresa proveedora que te decía que estaba en falta de stock".

De todas formas, la mayoría coincidió en que generó cierto impulso, sobre todo, para los beneficiarios de programas que estaban comenzando a construir.