Conspiraciones, locura y camioneros

Los vecinos del barrio 9 de abril de Monte Grande no creen la teoría oficial del escape de gas. Están convencidos de que algo cayó del cielo y que las autoridades quieren ocultarlo haciéndolos pasar por locos. No entienden por qué el municipio puso un equipo de psicólogos para analizarlos y además les prohibieron tomar agua corriente.
En medio de este clima de paranoia, se agruparon para buscar respuestas y comenzaron a llamar gente que les pudiera dar explicaciones y poder saber realmente qué pasó. Por eso, el viernes organizaron una reunión que terminó juntando a la gente de la zona, un grupo de investigadores privados, sindicalistas y hasta a Daniel Llermanos, abogado del secretario general de la CGT, Hugo Moyano.

“Yo vi cómo metieron un brazo mecánico en una especie de cráter y se llevaban una piedra envuelta”, dijo a PERFIL Víctor Marecos, que vive a media cuadra de donde fue el estallido y que forma parte además del sindicato. “A mí la explosión me tiró contra el ropero de mi cuarto, desde ese día necesito saber la verdad”, dijo Marecos, que cuenta además que él fue quien se contactó con los investigadores privados que analizan muestras del supuesto meteorito. Los fragmentos habrían sido encontrados incrustados en un poste de teléfono que se prendió fuego y en los techos de las viviendas aledañas.

Los relatos de los vecinos de la cuadra coinciden en haber visto una bola roja en el cielo “como una piñata”, una luz blanca en el momento de la explosión y, luego de la tragedia, todos dicen haber percibido olor a azufre.

Llermanos le dijo a PERFIL que acudió al lugar “como un vecino más de Monte Grande que quiere saber qué pasó”. El abogado se puso en contacto con investigadores de la UBA, quienes le informaron sobre la posibilidad de que torres de alta tensión del lugar pudieron haber generado una descarga eléctrica que hizo estallar el lugar y creado un campo magnético que hizo colapsar las viviendas.

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