El consiglieri de la reconstrucción

El consiglieri de la reconstrucción

Es el más cercano a Macri desde su salida de la Rosada. Comparten oficina y controla su agenda. El link familiar y su fidelidad probada le dieron en la intimidad del expresidente el lugar de Peña.

 

Es el único funcionario que quedó pegado a Mauricio Macri luego de la eyección del macrismo de la Casa Rosada. Muchos lo frecuentaron, lo llamaron y hasta viajaron a Villa La Angostura para compartir una tarde con el ex presidente, pero Fernando De Andreis mantiene un acceso directo y constante como ninguno. Comparte charlas íntimas, reflexiones y, desde las nuevas oficinas de Olivos, colabora con el armado de su agenda, que volvió a cargarse tras su descanso en el sur argentino.

Al igual que Macri, se tomó vacaciones luego del 10 de diciembre y volvió al ruedo a principios de febrero. Tras dejar el gobierno, repite con mayor asiduidad sus visitas a Balcarce, la ciudad bonaerense en la que pasó parte de su infancia y a la que regresa a visitar familia y amigos. Además, luego de la gestión, se enfocó en los negocios familiares, orientados al sector rural, concentrados en esa localidad del sudeste de la provincia de Buenos Aires.

 Comparte con Macri el semipiso del edificio Holiday de Olivos en el que el expresidente se instaló. A pocos metros del Mc Donald's de Avenida del Libertador y Roque Saénz Peña, las oficinas cuentan con la presencia diaria del ¿líder? de PRO, mientras De Andreis se reparte la semana entre ese despacho y la sede del PRO de Balcarce 412, en el corazón de San Telmo.

Cultor del perfil bajo, De Andreis optó por el silencio, al igual que su jefe. Únicamente, rompió esa costumbre cuando eligió responderle al gobierno de Alberto Fernández las denuncias en torno al estado de la Casa Rosada heredada. Respondió vía Twitter con un hilo de mensajes en cuya redacción colaboró Julián Gallo, el responsable de la estrategia digital del expresidente, que aún sigue en contacto y colabora con Macri.

 La proximidad de De Andreis con Macri, que también tuvo durante la era PRO en la Casa Rosada, abre interrogantes en torno al futuro del exfuncionario nacional. Especulaciones que crecen en tiempos en que el exjefe de Gabinete y pararrayos de Macri, Marcos Peña, decidió alejarse. Sus colaboradores dicen que el apartamiento es "momentáneo" y seguirá asesorando a Macri. Por ahora, esa ausencia la cubre el ex secretario general de la Presidencia.

Sobre De Andreis pesan muchos años de presencia en el PRO y su rol nunca varió: actúa como guardaespaldas de Macri, no tiene ambiciones electorales ni busca sondear el camino de armador político. Su posición de vocal en el PRO es más una tradición que una decisión de Macri de tener una hombre propio dentro de la estructura del partido que fundó. De todas formas, con De Andreis tiene otros ojos y oídos más que los que le aporta la presidenta, Patricia Bullrich, dentro del espacio en el que conviven junto a referentes de María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta.

Siempre como guardián de los intereses de Macri, De Andreis tuvo lugar destacado en la mesa chica PRO que, durante los años de Cambiemos en el poder, se reunía con periodicidad. Se sentaban allí Vidal, Rodríguez Larreta, Peña, De Andreis, el por entonces ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y el vicejefe de Gobierno, Diego Santilli. Con el tiempo, la química entre esos comensales se diluyó y el espacio de discusión se pulverizó. Por otra parte, De Andreis tiene vínculo con el radicalismo a través de Enrique "CotiNosiglia y el diputado porteño Juan Francisco Nosiglia, a quien lo une años de amistad.

 De Andreis llegó al PRO antes de la primera elección de Macri, allá por 2003. Rápidamente, hizo migas con Peña y comenzó a trabajar a su lado en la Legislatura porteña, luego de haberse recibido como licenciado en administración en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Si bien gozaba de un vínculo directo con el expresidente, dentro del ecosistema amarillo se lo puede agrupar entre los dirigentes que siguen el liderazgo del exjefe de Gabinete.

A De Andreis lo une un vínculo familiar que, desde la prehistoria del PRO, le ha validado para una cercanía preferencial con Macri: su madre, Patricia Langan, se casó con Juan Manuel Bordeu, ex corredor de Fórmula 1 y padre de Yvonne Bordeu, la primera esposa del expresidente. Macri lo conoce desde joven y lo incorporó a su equipo cuando saltó a la política, luego de trece años al frente de Boca Juniors.

 Su ligazón directa con Macri colaboró con su historial en la estructura amarilla y lo llevó a presidir la Juventud PRO, acaparar el desarrollo del macrismo en las universidades y tener un lugar destacado en la Legislatura porteña. En 2009, encabezó la lista de diputados porteños y, en 2011, quedó al frente del bloque PRO, un crecimiento maratónico que le generó recelos con sus pares. Dos años después asumió como presidente del Ente de Turismo de la Ciudad y, en 2015 y por imposición de Macri, fue el jefe de campaña de Rodríguez Larreta en la interna con Gabriela Michetti.

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