Conozca a la niña mimada de Vidal que incorpora jóvenes de hasta 22 años con sueldos de 30 mil pesos

Luego de los despidos masivos, María Eugenia Vidal puso en vigencia el decreto 248, que congela el ingreso de personal dentro del ámbito de la administración pública bonaerense. Pero más allá del gesto mediático, la gobernadora entendió la lógica demanda de los funcionarios por incorporar nuevos empleados ideológicamente afines. Para ello sacó de la galera el decreto 230, que, contradiciendo la norma anterior, les da la libertad a los ministros de sumar nuevos empleados, según lo requieran.

Un caso ejemplar de acomodo pudo verse en el ministerio de Coordinación y Gestión Pública, que conduce Roberto Gigante, observando tan solo algunas de las 180 incorporaciones que se realizaron durante el último tiempo. Allí, a través de la subsecretaria de Capital Humano, Mariana Arribas, se nombró a once personas que no superan los 30 años de edad con una categoría 25, equivalente a la de un director provincial. Muchos de ellos, con reconocidos apellidos políticos, a saber: Lucrecia Zappa (clase 1990), Ezequiel Lombardo (clase 1987), María Jimena Soliani (clase 1994), Lucía Fernanda Reartes (clase 1990), Micaela Joana Barrena (clase 1991), Agostina Canepare (clase 1991), Eugenio Santiago Carrió (clase 1989), Jésica Vanesa Díaz (clase 1985), Esmeralda del Mar Dietz (clase 1987), Julián Alberto Sanz (clase 1986), Branko Agustín Loiacono Marata (clase 1990).

De este modo, la provincia contrató a jóvenes de hasta 22 años de edad, de escasa formación, por sueldos superiores a los 30 mil pesos. Como no podía ser de otra manera, esto generó un profundo malestar gremial.

Vale destacar que Arribas es reconocida como la niña mimada de Vidal, aunque entre los empleados se destacaría más por los constantes casos de violencia laboral. Según comentaron a este medio, “inservibles”, “inútiles” y “mediocres” son algunas de las formas más recurrentes en que la amiga de la gobernadora suele referirse a los empleados de la dependencia.

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