Ya se conocen los candidatos a remplazar al juez Salvini si éste no se recupera para seguir en la Corte

Ya se conocen los candidatos a remplazar al juez Salvini si éste no se recupera para seguir en la Corte

Está en alerta al Poder Ejecutivo de Mendoza y a la Corte, aunque por cuestiones de estricto decoro y de respeto, nadie hará comentarios al respecto ni en el Gobierno ni en la Justicia. Los nombres.

nternación en terapia intensiva, repentina, del juez Herman Salvini, de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza, desató casi de inmediato una fuerte repercusión en los ámbitos políticos y judiciales sobre su continuidad en el máximo tribunal de Justicia, que transformó su aquejada salud en una cuestión de Estado.

El supremo, de 84 años, el más anciano de sus pares y el más antiguo de la Suprema Corte, a la que llegó en 1984, se recupera favorablemente luego de ingresar de urgencia a la Clínica de Cuyo el miércoles pasado, con un grave cuadro de hemorragia digestiva, que los médicos lograron revertir.

Las últimas novedades extraoficiales desde su entorno dan cuenta de que está estable, consciente y que ya volvió a comer.

Sin embargo, la pregunta del millón que nadie sabe responder es si, tras su convalecencia, podrá volver a su puesto de trabajo.

El interrogante tiene alerta al Poder Ejecutivo de Mendoza y a la Corte, aunque por cuestiones de estricto decoro y de respeto, nadie hará comentarios al respecto ni en el Gobierno ni en la Justicia.

La razón es que si el juez Salvini no puede retomar sus funciones y se ve obligado a dejar el cargo, el gobernador Cornejo tendrá que nominar a un candidato en su remplazo para la Suprema Corte de Justicia.

Y como era de esperar, entre el jueves y el sábado pasado, empezaron a sonar algunos nombres en los mentideros políticos como en el ambiente judicial, a pesar de que los Tribunales entraron en feria.

Los candidatos

Una vez más el nombre del juez de la Sexta Cámara del Crimen, Alejandro Gullé, magistrado de carrera judicial, que trabajó en la Corte, fue juez de instrucción, de apelaciones y ahora de juicios orales y públicos, se hizo fuerte como uno de los principales candidatos.

Gullé está hoy también entre los postulados que tiene el gobernador Alfredo Cornejo para decidir quién será el próximo procurador de la Provincia.

Sin embargo, cuando se reveló como candidato a la Procuración, algunas fuentes del mundillo político indicaron que el camarista no iría allí porque el gobernador Cornejo lo preferiría en la Corte provincial. Esta versión, a la que accedió Diario UNO, surgió antes de que al juez Salvini se le declarara que lo dejó en terapia intensiva.

El otro candidato que suena muy firme es un colega y amigo de Gullé: el juez de la Segunda Cámara del Crimen, José Valerio, quien antes de ser magistrado fue legislador provincial y un hombre con militancia en el radicalismo.

Valerio, además de ser un buen candidato, es un hombre contactado y en la UCR lo dan como un número puesto en la Corte local si en algún momento se produce una vacante. El magistrado impulsa desde hace tres años, al menos, un proyecto para modernizar la Justicia, muy similar a lo que planifica por estos días el gobierno de Cornejo que ha tomado conceptos de ese plan como base para los cambios por venir.

La sombra de las mujeres

Sin embargo, un hecho político imprevisto, en las últimas horas, abrió una opción que podría poner a los candidatos varones en sala de espera.

La vicegobernadora Laura Montero reclamó una mujer al frente de Ministerio Público Fiscal tras la renuncia del procurador Rodolfo González. El gobernador apagó rápidamente la demanda descartando a una fémina en ese puesto.

Pero Montero lanzó el señuelo a ese cargo para apuntar veinte casilleros más adelante. La vicegobernadora consiguió dos cosas importantísimas: poner el tema en la agenda pública y la negativa del gobernador.

Así, cuando se venga la vacante en la Suprema Corte, Laura Montero volverá a reclamar una silla para las mujeres. Un reclamo más que justo por dos razones: primero porque no hay ninguna mujer en la Suprema Corte de Justicia y segundo, porque la única que hubo, Aída Kemelmajer de Carlucci, terminó erigiéndose probablemente en la mejor ministra que la Corte mendocina tuvo al menos desde 1983.

Para que se entienda su trayectoria, Kemelmajer de Carlucci (siempre vinculada a la UCR), integró, junto con los jueces de la Corte de la Nación Ricardo Lorenzetti y Elena Highton de Nolasco, la comisión de los tres notables que comandaron la reforma y la redacción del nuevo Código Civil de la Nación.

Claramente Cornejo se podría ver obligado a poner en la Corte a una mujer. Hoy el nombre que quizá más resalte es el de Gabriela Ábalos, respetada constitucionalista en el ámbito del derecho, radical, de carrera judicial y apreciada por Laura Montero.

¿Salvini resiste?

Con el juez Herman Salvini, aún internado y evolucionando favorablemente, hay que tomar su futuro con pinzas y no especular alegremente con su salida.

Desde 1995 (hace 21 años) corre el rumor en los tribunales, con cada gobernador que llega al poder de "que es inminente la renuncia del juez Salvini por su edad", versión que ya a mediados de los '90 se basaba en que el magistrado ya rayaba la edad jubilatoria.

En dos décadas se fueron cinco jueces de la Corte, llegaron cinco y Salvini sigue en su puesto. El paso del tiempo demostró que esas versiones fueron pura fantasía y el supremo demostró que el cargo de magistrado es casi para toda la vida, en sentido literal.

Ante la duda, nada mejor que recordar las palabras del magistrado, quien un par de veces y en privado, cuando le preguntaron sobre su retiro respondió: "De acá me sacan con los pies para adelante".

En el Ejecutivo, insisten en hacer un trasvase generacional

Si el juez Herman Salvini se recupera de esta complicada parada y no hay prescripción médica que le impida retornar al trabajo, seguramente volverá a la Corte más temprano que tarde, transformando su estadía casi en una leyenda judicial.

Como sea, dicen que en el Poder Ejecutivo ya se esboza un plan para hacer el trasvase generacional y cambiar a los jueces más grandes, que llegaron de la mano de la UCR, por otros más jóvenes. El plan tiene una lógica política implacable: hoy el radicalismo tiene al gobernador, que propone el candidato, y la mayoría en el Senado, que es el que lo valida con su voto. Y quieren hacer el cambio.

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