El Congreso Nacional entre rejas

El Gobierno porteño reemplazará el cerco policial que está desde fines de 2001 por la instalación de nuevas rejas. Una medida que se expande y trae polémica.
Rejas que rodean plazas, rejas que cubren instituciones. El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires continúa instalando los barrotes de acero que limita el modo de circular durante el día e impide el paso cuando se abre la noche. A partir del martes, será enrejado el frente del Congreso Nacional, cuando comience a instalarse el nuevo cerco de hierro que correrá a lo largo de la avenida Entre Ríos, entre Hipólito Irigoyen y la avenida Rivadavia.

Las rejas, que medirán entre 2,30 metros y 2,70 metros, constarán de dos amplios portones para el ingreso de vehículos a la explanada del edificio. El estilo de los hierros es similar al que rodea al resto del edificio por las calles Rivadavia, Combate de los Pozos e Irigoyen.

Los trabajos de remoción definitiva del cerco policial que está instalado en el edificio desde fines de 2001 y de instalación de las nuevas rejas durarán un mes.

UN PLAN POLÉMICO. Los enrejados cosechan adeptos en pos de la seguridad y la preservación, y arrastra detractores que defienden el uso libre del espacio público y la naturaleza.

El último episodio relacionado al enrejamiento de espacios públicos e instituciones terminó con heridos y detenidos. El pasado 14 de marzo, en la plaza Martín Fierro del barrio porteño de San Cristóbal fueron reprimidos por la policía federal los jóvenes y vecinos que manifestaban en contra de las rejas en la plaza y contra el estacionamiento subterráneo que allí pondrían.

MAQUILLAJE, BARRIDO Y LIMPIEZA. Los arquitectos del Palacio Legislativo iniciaron un estudio de tres meses con especialistas del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) para restaurar la cúpula del Congreso.

La cúpula de bronce, que es el punto más alto del edificio y lo lleva a los 63 metros, está oxidada desde hace décadas por el dióxido de carbono que la coloreó de verde. La intención de los trabajos, que durarán casi tres años y se realizarán sobre andamios especialmente diseñados, es "devolverle a la cúpula su color original", según informó la agencia oficial de noticias Télam.

Mientras tanto, en julio se iniciarán los trabajos de reparación y repintado del interior de la cúpula, por lo que el Salón Azul de la Cámara de Senadores, donde pende la araña de mayor tamaño del Congreso, no podrá ser utilizada por varios meses.

La instalación de las rejas y la remoción de la cúpula se suman a los trabajos de pintura que se están haciendo en el edificio y a la reforma de la sala de archivos de leyes.

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