Conflicto rural: el campo exonera a los intendentes de la Provincia y mira a la Legislatura

Conflicto rural: el campo exonera a los intendentes de la Provincia y mira a la Legislatura

El golpe al bolsillo que denuncia el sector agropecuario, con la suba del 50 por ciento en el impuesto Inmobiliario, parece no modificar el apoyo agrario a Cambiemos. Siguen “bancando” a los intendentes radicales

“Este no es el cambio que nos habían prometido”. La contundente frase ex-presada por Matías de Velazco, titular de la poderosa Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), retumbó en los despachos del ministro de Asuntos Agrarios de María Eugenia Vidal, Leonardo Sarquís, y se expandió por los campos bonaerenses.

Pese a la dureza del agrodirigente, el malestar entre los productores pareciera no alcanzar a los intendentes, quienes siguen “bancando la parada” y sacando la cara por el gobierno bonaerense.

La sensación térmica negativa apunta a “la Provincia” y hacia los legisladores, dejando a salvo -en su gran mayoría- a los jefes comunales radicales de Cambiemos, muchos de los cuales tuvieron el apoyo del campo. Esto se tradujo en votos, estructura, dinero y, en algunos casos, poniendo nombres propios en las listas de los oficialismos de la provincia de Buenos Aires, con enorme presencia de alcaldes boinas blancas.

Sergio Melgarejo, presidente de la Sociedad Rural de San Cayetano (Carbap), dejó en claro que “acá, la molestia es por el incremento en las tasas provinciales”; y añadió que “nadie va a discutir la gestión del intendente”, en referencia a Miguel Gargaglione, un peso pesado entre los alcaldes radicales.

El 50% de aumento en el impuesto Inmobiliario Rural enviado por el Ejecutivo y aprobado por las cámaras provinciales tiene otro apuntado: el ministro de Agroindustria bonaerense, Leonardo Sarquís, a quien le piden más  diálogo y tomar en cuenta la opinión de las entidades ruralistas.

Ni siquiera la amenaza y, en muchos casos, la decisión tomada de aumentar impuestos locales, como el de Seguridad Vial, parece cambiar la percepción del campo respecto del respaldo a los mandamases locales.

“Hay algunos municipios que están planteando subas en la tasa vial del 50%, y es una barbaridad, porque no prestan el servicio que deberían”, se queja Guillermo Voisin, de la Sociedad Rural de Chacabuco, matizando que entenderían si el aumento estuviera relacionado con la prestación que ofrece la Comuna.

Además, como en el poema de Jorge Luis Borges, a los ruralistas pareciera no unirlos el amor sino el espanto.

La idea sobrevuela cada opinión de los hombres de tierra adentro y el sentido es unívoco. Así lo hizo saber Bernardo Laurel, productor y miembro de la Sociedad Rural de General Guido: “Algunos productores rurales nos sentimos no defraudados ni abandonados, sino, más bien, desilusionados o decepcionados; pero, igual, preferimos esto a lo de antes”.

La alusión es clara y obvia: “lo de antes” es la gestión kirchnerista, con la cual el sector de tierra adentro mantuvo una relación tirante, especialmente a partir de la polémica resolución 125 del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner sobre retenciones a las exportaciones, que dejó marcado a fuego el sentir de la gente de campo sobre las políticas de los gobiernos kirchneristas para el sector.

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