El conflicto con Rosenkrantz ahora arrastra a Highton de Nolasco

Borró su firma de la acordada que le quitó poder al presidente del Tribunal y fue visitada por Garavano a horas de un fallo clave.

Elena Highton de Nolasco está viviendo el incómodo momento de pagar la cuenta de la que se volvió acreedora la Casa Rosada cuando no apeló el fallo del juez Enrique Lavié Pico que le permitió a la única jueza de la Corte Suprema continuar en su cargo pese a cumplir los 75 años que debían jubilarla, como establece la Constitución.

 

Highton quedó pegada al presidente del Máximo Tribunal, Carlos Rosenkrantz, que está alineado sin disimulos a la Rosada de una manera que le costó la reputación dentro de la Corte y le ganó enemigos: nada menos que los otros tres jueces que esta semana hasta le quitaron la potestad de nombrar empleados.

 

Dos semanas atrás, Highton estaba dispuesta a firmar esa misma acordada que finalmente salió sólo con los votos de Ricardo Lorenzetti, Horacio Rosatti y Juan Carlos Maqueda. Pero luego de su viaje de descanso a Miami, Rosenkrantz -según revelaron Clarín y La Nación en un artículo de Carlos Pagni-, le advirtió a Highton que esa resolución sería ilegal -y por eso planea una denuncia penal contra sus compañeros de tribunal-.

La lección de la Corte 

 

Highton retiró su firma, lo que confirma dos situaciones de gravedad: que el presidente de la Corte manipula a su vice y que la jueza no distingue lo legal de lo ilegal por su cuenta. Con un agravante, la nota de Pagni revela que Lorenzetti había amenazado a la jueza si retiraba su firma. Es decir que también había sido presionada por otro par y tampoco lo denunció.

El párrafo de la nota de Carlos Pagni que confirma las presiones de Rosenkrantz a la jueza Highton.

 

El pasar errático de la única jueza mujer de la Corte se está reflejando en sus fallos. Para el caso de las jubilaciones, que se resolvió el martes, Highton intentó "pedir prestado" el fallo de uno de sus colegas y le exigieron que redactara uno propio.

 

El lunes, horas antes de que saliera el fallo, se lo pudo ver al ministro de Justicia, Germán Garavano, en los pasillos de la Corte y entrando al despacho de la jueza. En el pasillo hay cámaras de seguridad. Garavano fue justamente quien no apeló el fallo de Lavié Pico y permitió con ese laissez faire que Highton siguiera en la Corte.

 

Otro antecedente reciente marca las presiones que recibe Highton de la Rosada. En el caso Farmacity, la empresa de Mario Quintana que busca desembarcar en la provincia de Buenos Aires, Highton estaba dispuesta a fallar en contra. El estudio de abogados de esa empresa es el del propio Rosenkrantz, que por eso se excusó en el caso pero no dejó de influir en Highton, que dio vuelta su postura respecto de Farmacity y en la audiencia correspondiente se peleó ante las cámaras con Lorenzetti. Esta situación acaso anticipa un riesgo para la causa que las farmacias competidoras de Farmacity seguramente ya están estudiando: si Highton actuó sin libertad la podrían recusar.

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